lunes, 15 de diciembre de 2025

El pico del tucán: un “radiador natural” que desafía las apariencias

Aunque a simple vista parece desproporcionado y pesado, el pico del tucán es una de las adaptaciones más eficientes del reino animal, diseñado para regular la temperatura corporal y facilitar la vida del ave en las selvas tropicales.

El llamativo pico del tucán, símbolo inconfundible de las
aves tropicales, esconde un sofisticado mecanismo biológico. Lejos de ser una carga, su estructura es liviana y está formada por un entramado de cavidades internas que reducen su peso y lo convierten en una herramienta clave para la supervivencia.

Investigaciones científicas han demostrado que este pico funciona como un verdadero “radiador natural”. Gracias a una compleja red de vasos sanguíneos, el tucán puede regular la cantidad de sangre que fluye hacia el pico, liberando el exceso de calor corporal y manteniendo estable su temperatura, incluso en los climas más calurosos de la selva.

Pero su utilidad no se limita al control térmico. El pico también cumple un papel fundamental en la alimentación, permitiéndole alcanzar frutos lejanos sin necesidad de moverse entre las ramas. Además, es un instrumento de defensa y un medio de comunicación visual con otros miembros de su especie.

Así, el tucán ofrece un claro ejemplo de cómo la evolución logra unir estética y funcionalidad. Su colorido pico no es solo un rasgo ornamental, sino una sofisticada adaptación que le permite mantenerse fresco, ágil y plenamente adaptado a la vida en los bosques tropicales.

Texto y foto: Richard Ilimuri - Internet

miércoles, 10 de diciembre de 2025

Bolivia registra el mayor yacimiento de huellas de dinosaurios del mundo en Toro Toro

Parque Nacional Torotoro, Potosí — Un equipo internacional de paleontólogos certificó el hallazgo de más de 16.600 huellas fosilizadas de dinosaurios en el sitio paleontológico de Carreras Pampa, dentro del Parque Nacional Torotoro,
consolidándolo como el registro de huellas más abundante del mundo registrado hasta ahora.

Un tesoro paleontológico bajo los Andes bolivianos

Durante varias campañas de investigación que abarcaron años de trabajo de campo, científicos de Bolivia y del extranjero, liderados por el paleontólogo Raúl Esperante del Instituto de Investigación en Geociencias de la Universidad de Loma Linda (EE. UU.), documentaron 16.600 huellas tridáctilas pertenecientes principalmente a dinosaurios terópodos —bípedos de tres dedos— que caminaron por una antigua costa hace más de 66 millones de años, en el Cretácico Superior.

El yacimiento no solo exhibe huellas de paso, sino también hasta 1.378 rastros de nado, marcas de arrastre de cola y otras impresiones que apuntan a interacciones de estos animales con zonas de agua somera y sedimentos blandos.

Más que pisadas: ventanas a comportamientos prehistóricos

Las impresiones se hallan en una superficie de alrededor de 7.400 metros cuadrados, con huellas que varían en tamaño, reflejando individuos de distintas edades y tamaños. La presencia de patrones paralelos de trazos sugiere que algunos dinosaurios se desplazaban en grupos y en zonas cercanas a cuerpos de agua.

A diferencia de sitios con fósiles óseos, en Carreras Pampa predominan los icnofósiles (huellas), mientras que restos esqueléticos son extremadamente raros debido a las condiciones sedimentarias que favorecieron la preservación de las huellas pero no de los huesos.

Un récord mundial y un llamado a la conservación

Especialistas han destacado que este sitio supera en número de escenas icnológicas a otros puntos conocidos, incluso por encima de Cal Orck’o en Sucre, otro afamado yacimiento boliviano, que tiene miles de huellas pero en menor cantidad registrada científicamente.

El estudio fue publicado en la revista PLOS One, donde los investigadores describen la diversidad de morfologías y trazos, así como la importancia de este “superconjunto” para reconstruir movimientos y comportamientos de estos dinosaurios en su ambiente.

Texto y foto: Richard Ilimuri-Internet

martes, 2 de diciembre de 2025

Papaya Salvietti: la gaseosa centenaria que mezcla historia, leyenda y sabor boliviano

Innovación industrial y una leyenda

Con más de 104 años de historia, Papaya Salvietti no es solo una gaseosa: es un símbolo cultural boliviano. Su origen combina emprendimiento, innovación industrial y una leyenda popular protagonizada por un duende que, según el relato, guarda el secreto de su inconfundible sabor.

Un inmigrante, una fruta y una visión

La historia de Papaya Salvietti comienza en 1918,
cuando Dante Salvietti, un inmigrante italiano, llegó a Bolivia en busca de nuevas oportunidades. Durante sus recorridos por las fértiles tierras de los Yungas, descubrió la papaya, una fruta exótica que despertó su curiosidad y se convertiría en la base de una bebida innovadora para la época.

Con una mentalidad emprendedora y un enfoque casi científico, Salvietti comenzó a experimentar con frutas locales, agua natural y una combinación de ingredientes que permanecen en secreto hasta hoy.

Innovación embotellada

En 1920, lanzó al mercado una gaseosa pionera conocida inicialmente como “Champan Cola”, embotellada en vidrio importado desde Inglaterra, un avance tecnológico poco común en aquellos años. Con el tiempo, la fórmula evolucionó y la bebida fue rebautizada como Papaya Salvietti, logrando una rápida aceptación y posicionándose como una de las marcas más reconocidas del país.

El duende y el mito que marcó la marca

Junto a los datos históricos, la marca está rodeada de una leyenda que ha pasado de generación en generación. Se dice que, durante un paseo por el Bosquecillo de Pura Pura, en La Paz, Dante Salvietti encontró a un duende atrapado entre los matorrales. Al liberarlo, el pequeño ser le ofreció una receta secreta que garantizaría el éxito de la gaseosa, a cambio de que su imagen apareciera en cada botella.

Así nació el icónico duende barbado, con sombrero puntiagudo y traje de gnomo, ordeñando una papaya como si fuera una vaca. Esta imagen se convirtió en el sello visual de Papaya Salvietti y acompañó a la marca hasta 1995, cuando la empresa enfrentó una crisis financiera.

Caída y resurgimiento de una tradición

El cierre de la empresa en 1995 marcó un momento difícil, pero no el final de la historia. Años después, Papaya Salvietti regresó al mercado, recuperando su sabor original y el entrañable duende, reafirmando su lugar en la memoria colectiva y en el paladar de los bolivianos.

Presente industrial y proyección futura

Actualmente, la fábrica principal de Salvietti, ubicada en Sucre, opera con tecnología moderna que incluye sistemas de tratamiento de agua, maquinaria de embotellado y etiquetado. La planta genera empleo para más de 70 personas, entre trabajadores directos y choferes, y proyecta ampliar su oferta con nuevos tamaños y presentaciones para responder a un mercado en constante evolución.

Un legado que sigue vivo

Más de un siglo después de su creación, Papaya Salvietti continúa siendo un símbolo de identidad, tradición e ingenio boliviano. Una gaseosa que no solo se bebe, sino que se recuerda; una historia que mezcla realidad y leyenda, y que sigue viva en cada botella.

Texto y foto: Richard Ilimuri INTERNET

martes, 1 de julio de 2025

La Thayacha: el helado ancestral del Altiplano que resiste al olvido

Elaborado únicamente con isaño, un tubérculo andino poco valorado, la thayacha —conocida como el helado andino— es una tradición culinaria del Altiplano boliviano que combina saberes ancestrales, clima extremo y alto valor nutritivo. Su producción, ligada al invierno y a la agricultura familiar, enfrenta hoy el riesgo de desaparecer.

La thayacha es uno de los alimentos más singulares de la gastronomía andina. A simple vista parece un helado rústico, pero en realidad es el resultado de un proceso ancestral que aprovecha las heladas nocturnas del Altiplano. Su único ingrediente es el isaño, un tubérculo similar a la oca, cultivado en zonas altas y frías.

Su elaboración es sencilla, pero requiere paciencia y conocimiento del clima. Primero, el isaño se solea durante varios días para reducir su sabor picante y lograr que se vuelva dulce. Luego se cuece en agua y, una vez cocido, se deja congelar a la intemperie durante las madrugadas invernales, cubierto con paja. Las bajas temperaturas hacen el resto del trabajo.

Este proceso se realiza principalmente en invierno, cuando las heladas son más intensas. La topografía plana del Altiplano favorece una congelación más uniforme, razón por la cual esta práctica es común en comunidades rurales cercanas a ciudades como El Alto, donde la thayacha tiene buena demanda. Allí, según productores, los compradores no suelen regatear el precio, aunque casi siempre piden la tradicional yapa.

Alto valor nutritivo y medicinal

Más allá de su sabor particular, el isaño destaca por su alto valor nutricional. Contiene aproximadamente 15% de proteínas, 20% de carbohidratos y 80% de agua, además de vitamina C, vitaminas del complejo B, fibra, calcio, fósforo, hierro y ácido ascórbico.

De acuerdo con la medicina tradicional andina, el isaño es considerado un antibiótico natural y se le atribuyen propiedades calmantes para afecciones renales, anemia, inflamación de la próstata, entre otros males.

El cultivo del isaño se realiza una vez al año y generalmente en asociación con otros productos como maíz, oca y papalisa. Se identifican al menos cinco variedades locales: chi’yar (negro), killu (amarillo), jach’ir (con líneas rojas), qhini (amarillo morado) y asut’i (con líneas moradas).

En las comunidades del Altiplano, el isaño se consume hervido, en huatia (cocción bajo tierra) y en forma de thayacha, aunque su consumo es cada vez menos frecuente.

Una tradición en riesgo
Un informe de la Revista de Investigación e Innovación Agropecuaria y Recursos Naturales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) advierte que las propiedades nutricionales y medicinales del isaño aún no son plenamente conocidas ni valoradas por la población, siendo las personas mayores quienes más lo consumen.

La migración rural, sumada a la falta de revalorización de los cultivos nativos, ha provocado una reducción progresiva en la producción del isaño, poniendo en riesgo no solo un alimento, sino un conocimiento ancestral que depende del clima, la tierra y la memoria colectiva del Altiplano.

Texto y foto: Richard Ilimuri Internet

lunes, 2 de junio de 2025

Esse Eja: muere Agustin Mishaja Shajaó

Fallece Agustín Mishaja Shajaó, defensor del pueblo Ese Eja y protagonista del documental Candamo: La última selva sin hombres

Con profundo pesar, informan el fallecimiento de Agustín Mishaja Shajaó, destacado líder del pueblo Ese Eja, defensor de la Amazonía peruana y figura central del documental Candamo: La última selva sin hombres (1996). Su deceso ocurrió la mañana del lunes 2 de junio, a los 78 años de edad, en la comunidad nativa Infierno, ubicada en el departamento de Madre de Dios, tras enfrentar una grave infección.

Agustín Mishaja fue uno de los tres protagonistas del reconocido documental dirigido por Daniel Winitzky, que mostró por primera vez al mundo la majestuosidad de la zona del Candamo, una de las últimas selvas vírgenes del planeta.

La obra, filmada con el consentimiento y participación activa de la comunidad Ese Eja, se convirtió en un testimonio invaluable sobre la relación profunda entre los pueblos indígenas y su territorio ancestral.

Más allá de su aparición en el cine, Mishaja fue un sabio tradicional, guía espiritual y referente cultural, conocido por su conocimiento del bosque, sus habilidades como cazador y narrador, y su compromiso inquebrantable con la defensa de su territorio. Su legado perdura como un símbolo de la resistencia y sabiduría indígena en el corazón de la Amazonía.

El velorio se llevará a cabo en la comunidad nativa Infierno, donde familiares, amigos y miembros de su pueblo rendirán homenaje a su vida y trayectoria.

Desde diversos sectores de la sociedad civil, el mundo cultural y ambientalista, se ha expresado un profundo reconocimiento a su labor y una renovada llamada a proteger la Amazonía, causa por la que Agustín Mishaja dedicó su vida.

Texto y foto: Richard Ilimuri - Internet

domingo, 9 de marzo de 2025

Víctor Agustín Ugarte, el Maestro del fútbol boliviano

Víctor Agustín Ugarte, conocido como “El Tupiceño”, es considerado por especialistas, historiadores y aficionados
como el mejor futbolista boliviano de todos los tiempos. Su talento excepcional y su influencia en el desarrollo del fútbol nacional le valieron el apodo de “El Maestro”, una denominación que refleja la dimensión de su legado deportivo.

Nacido en Tupiza, Ugarte dio sus primeros pasos en el fútbol jugando con pelotas de trapo o de nailon. Realizó sus estudios en la escuelita 7 de Noviembre y comenzó su carrera deportiva en el club Huracán, combinando la práctica del fútbol con el trabajo en el taller de su tío. Su destacada evolución lo llevó, en 1947, a incorporarse al club Bolívar de La Paz, donde debutó oficialmente a los 21 años vistiendo la camiseta número 8.

Desde sus primeros partidos, Ugarte demostró condiciones técnicas sobresalientes: potente remate, notable dominio del balón y un efectivo juego aéreo. Estas cualidades motivaron su inmediata convocatoria a la Selección Boliviana ese mismo año. Su debut internacional se produjo en el Campeonato Sudamericano frente a Ecuador, selección anfitriona del torneo. El encuentro finalizó empatado 3 a 3, y el gol del empate fue convertido por Ugarte, marcando el inicio de una extensa y destacada trayectoria con el combinado nacional.

A partir de entonces, Ugarte se convirtió en una pieza fundamental de la selección, asumiendo la capitanía en múltiples ocasiones. Participó en los Campeonatos Sudamericanos de 1949, 1953, 1959 y 1963, consolidándose como la principal figura del equipo boliviano durante más de una década.

El punto culminante de su carrera llegó en 1963, cuando, a los 37 años, lideró a Bolivia en la conquista de su único título continental. En ese torneo, la selección obtuvo un empate y ganó todos los demás encuentros. En la final ante Brasil, Bolivia se impuso por 5 a 4, con dos goles de Ugarte, actuación que lo consagró definitivamente como una de las máximas leyendas del fútbol sudamericano.

Con 16 goles, Víctor Agustín Ugarte fue durante décadas el máximo goleador histórico de la Selección Boliviana, marca que recién fue superada por Joaquín Botero muchos años después.

Sus restos descansan actualmente en la ciudad de La Paz, mientras persiste el anhelo de que, en el futuro, sean trasladados a su natal Tupiza, como homenaje permanente a quien marcó una época en la historia del deporte boliviano.

Texto y foto: Richard Ilimuri - Internet

jueves, 6 de febrero de 2025

La Leyenda del Toro Fantasma de Sorata

Ilustracion
Hace muchos, muchos años, cuando las montañas hablaban con el viento y la tierra guardaba secretos antiguos, en las alturas de Sorata, al pie del majestuoso nevado Illampu, nació una leyenda que aún hoy se escucha entre los valles.

Los pobladores cuentan que, en las noches más silenciosas, cuando la luna llena ilumina los cerros o cuando el cielo se enciende con rayos y truenos, aparece un toro misterioso. No es un toro común: su cuerpo brilla como el oro y sus ojos parecen encenderse en la oscuridad. Por eso lo llaman el Toro Fantasma o el Toro de Oro.

Dicen que este toro no está hecho de carne y hueso, sino de luz y espíritu, y que fue enviado para cuidar los tesoros antiguos que los incas escondieron para protegerlos de los conquistadores. Estos tesoros no eran solo de oro, sino también de sabiduría y respeto por la naturaleza.

Cuando el toro camina, la tierra tiembla suavemente y su bramido profundo resuena como un eco en las montañas. Muchos curiosos, al ver su brillo, sienten el deseo de seguirlo, soñando con riquezas fáciles.

Pero la leyenda advierte algo muy importante:

quienes siguen al toro movidos por la avaricia, sin respeto ni humildad, se pierden en cuevas profundas, barrancos o caminos sin salida. El toro los guía hasta lugares peligrosos y, de pronto, desaparece, dejando solo el silencio y la oscuridad.

En otras versiones, se dice que el toro emerge de lagunas sagradas, cuidando el agua y la tierra, y que solo se deja ver para recordar a las personas que la naturaleza no debe ser explotada, sino respetada.

Por eso, los abuelos de Sorata enseñan a los niños que el Toro Fantasma no es un enemigo, sino un guardián. Su mensaje es claro:

la riqueza verdadera no está en el oro, sino en el respeto por los ancestros, la naturaleza y la comunidad.

Y así, cuando escuches un eco extraño en las montañas o veas un brillo dorado entre la neblina, recuerda esta leyenda…

porque quizá el Toro Fantasma de Sorata aún sigue cuidando los secretos de la tierra.

Texto y foto: Richard Ilimuri

domingo, 15 de diciembre de 2024

Los Cayubabas; su maestría en la producción del chivé fuerte

EL chivé fuerte, viene con sus origenes de el pueblo Cayubaba, la región que bordea Los Grandes Lagos, con sus comunidades del Coquinal, Cascajales y el mismo Exaltación, pertenecientes a la nación Cayubabas, son el origen y centro de la producción del "Chivé Fuerte".

En el mercado se lo conoce como el "Chivé movima", pero en realidad es la etiqueta ya ganada por el pueblo movima que también aprendió del proceso de producción y con la cercanía y relación del mercado, quedó estampado su nombre para el chivé fuerte.

El Chivé, es una harina bien cocida, que sale de la yuca; ésta se produce en cantidades en la zona de Coquinal y Cascajales, precisamente para la producción de la apetecida harina fuerte, cocida, que es parte de la gastronomía regional como acompañante de la comida o simplemente como refresco.

Pero no solamente hacen el Chivé fuerte en los lugares tradicionales, también ahora hay una fuerte producción en la poblacion de Guayaramerín, donde migraron cientos de cayubabas y movimas, llevando su maestría en la producción del chivé fuerte, que ahora sale envasado y etiquetado listo para la introducción a los mercados del interior del país. El centro de producción en el norte, es la comunidad Rosario del Yata.

Hay una importante producción de Chivé fuerte en La Embocada, cerca de San Borja sobre la carretera a Yucumo, con lo que cubre todo el mercado borjano.

En el otro extremo, Puente San Pablo, es otro centro productor, no olvidemos que el pueblo originalmente fue poblado por indígenas movimas y mojeños.

En realidad, la producción del Chivé fuerte es universal en el Beni, propio de su gastronomía y con algunas variantes como el chivé simple que hacen en Iténez, para la elaboración de la pasoka.

GRAN BENI - Richard Ilimuri


Texto y foto: Richard Ilimuri

miércoles, 30 de octubre de 2024

Descubren una Antigua Ciudad de Piedra Oculta en la Amazonía de Pando

Restos de una antigua ciudad de piedra, Imagen IA

Un hallazgo ocurrido en el norte de Bolivia podría cambiar lo que se conoce sobre las civilizaciones precolombinas del Amazonas. En el municipio de Nueva Esperanza, departamento de Pando, vestigios
de una antigua ciudad de piedra emergen entre la selva, revelando una sociedad avanzada que permaneció oculta durante siglos.

Nueva Esperanza, Pando.– En medio de la densa vegetación amazónica, trabajadores dedicados a la recolección de palmito realizaron hace aproximadamente 20 años un descubrimiento que hoy cobra relevancia histórica: los restos de una antigua ciudad de piedra, hasta ahora desconocida para la arqueología oficial.

El hallazgo, respaldado por investigaciones preliminares, confirma relatos transmitidos por generaciones a través de leyendas locales. Las primeras excavaciones permitieron identificar estructuras de piedra de gran tamaño, cuidadosamente trabajadas, que evidencian un notable dominio de técnicas de construcción y una organización urbana compleja.

Entre los restos se distinguen lo que podrían haber sido templos, viviendas y espacios comunitarios, así como fragmentos de cerámica y herramientas de piedra. Estos elementos sugieren que el sitio habría funcionado como un importante centro cultural y comercial, conectado con otros pueblos de la región amazónica.

Una ciudad de piedra silenciosa durante siglos, vuelve a salir a la luz
Uno de los aspectos más llamativos es la presencia de inscripciones y arte rupestre en algunas edificaciones. Estas manifestaciones ofrecen pistas clave sobre las creencias, rituales y formas de vida de sus antiguos habitantes, reforzando la hipótesis de que se trató de una civilización con una identidad cultural definida y relaciones de intercambio con culturas vecinas.

Especialistas señalan que la importancia del hallazgo va más allá del ámbito académico. El descubrimiento abre la posibilidad de impulsar la investigación científica, el turismo cultural y el desarrollo local, siempre que se garantice la protección del sitio y el respeto a las comunidades indígenas de la zona.

Autoridades y expertos coinciden en que la conservación de este patrimonio será fundamental para evitar su deterioro y saqueo. La antigua ciudad de piedra de Nueva Esperanza se perfila así como uno de los descubrimientos arqueológicos más relevantes del norte amazónico boliviano en las últimas décadas.

Mientras continúan los estudios, la selva comienza a revelar una historia olvidada. Una ciudad de piedra, silenciosa durante siglos, vuelve a salir a la luz para contar parte de los orígenes y la riqueza cultural de Bolivia.

Texto y foto: Richard Ilimuri- Inernet

lunes, 21 de octubre de 2024

Chiriguanos

Chriguanos a orillas del rio Bermejo
colección: Wissensbank

El nombre CHIRIGUANO pudo haberse originado como una deformación del idioma quechua o aimara, o inclusive del mismo guaraní, donde algunas interpretaciones lo vinculan con términos como guerrero salvaje. El uso de "chiriguano" generalmente llevaba una carga negativa, ya que los españoles y los pueblos vecinos veían a este grupo como agresivo y belicoso.

El término Chiriguano se utilizó para referirse a un grupo de guaraníes que habitaban una región del actual sureste de Bolivia y partes del norte de Argentina y Paraguay.

La palabra chiriguano tiene una connotación despectiva y fue aplicada por los conquistadores españoles como también a otros grupos indígenas para describir a los guaraníes que se habían desplazado hacia la región andina.

LOS GUARANIS. Habiéndose mantenido como un pueblo famoso por su resistencia a la conquista por los incas, llamados los españoles “Chiriguanos”. Establecían guerras para absorber esclavos como los Chané y los únicos que les doblegaron, fueron el ejército boliviano a finales del siglo XIX, actualmente se recuperan de la catástrofe racista.

Hoy en día, el término ha caído en desuso debido a su tono despectivo y ha sido reemplazado por denominaciones más respetuosas, como guaraníes o guaraníes occidentales.

Texto y foto: Richard Ilimuri - Internet

martes, 1 de octubre de 2024

Potosi del pasado

Conocer a Potosí en su pasado porque tiene mucha historia desde antes de la conquista, en la colonia, y luego en la república naciente que formo parte de Bolivia.

Esta ciudad no solo era de historia, sino también de cultura, arte, música.

Y todo lo que sea referente  Potosi del pasado y del presente.

En razón de que la Villa de Potosí, nació en un espacio libre de cualquier asentamiento humano, donde no existía más que ciénagas, paja brava, quéñua y alguna que otra planta silvestre, fue a partir del 1ro de abril de 1545 cuando se dio paso al nacimiento de este poblado que, en principio no era más que un simple asiento minero, como consecuencia de la explotación de las primeras vetas de plata descubiertas en el Cerro Hermoso.

El agua provenía de dos fuentes con una la denominada pileta Pichincha que alimentaba a los pilones de la calle Hoyos hasta la plaza principal y la segunda pileta alimentaba la red de la Caja de agua de plaza Sucre, San Juan.

Potosí fué una de las primeras ciudades virreynales que contó con provisión de agua potable por red de tuberías a piletas públicos. Y la acumulación de agua fué en 36 lagunas del Karikari. Para poner en movimiento el sistema industrial de ingenios.

Entonces las primeras casas levantadas en esta altitud andina eran del todo sencillas y arremolinadas en desorden. Casas levantadas sobre suelo húmedo.

 En estos sitios de tierra dura junto a lodazales, quedaron asentados piedras de formas diferentes, que sirvieron de cimientos para sostener las paredes de una y otra vivienda. Paredes que fueron levantadas con piedra, masa de tierra húmeda mezclada con paja brava, sin recibir revoque alguno. Viviendas con techos que eran cubiertos con ramas de quéñua trenzada, barro y paja sobre troncos mal formados procedentes de lugares cercanos al Cerro Rico.

 Aquellas primeras casas construidas en las faldas de la pirámide argentífera a partir de 1545, casi eran similares a las viviendas de los aborígenes kantumarkas; casas que apenas podían servir de una simple posada para descanso de españoles, al margen de otras viviendas destinadas a los indígenas.

De esta forma la Villa Imperial de Carlos V, creció vertiginosamente como ninguna otra ciudad americana. Y por la llegada a Potosí de cientos y cientos de forasteros europeos y originarios del antiguo imperio del Tahuantinsuyo, la construcción de casas era igualmente una fiebre, lo que motivó al trabajo de miles de ladrillos de arcilla y tejas de barro cocido, con destino a las arquerías, bóvedas, dinteles y techos.

Texto y foto: Richard Ilimuri-Internet

sábado, 15 de junio de 2024

Las migraciones de los Cavineños

Niñas cavineñas con su cántaro,
 cerca del río Beni

Antes de que llegaran las misiones evangelizadoras los cavineños sufrieron varias migraciones debido al conflicto con los Esse Ejjas; luego fueron reducidos por los jesuitas y los franciscanos.

En 1764, se fundó la Misión Franciscana de Esmeralda, aunque las primeras referencias sobre este grupo se encuentran en Eguiluz (1696). Los traslados de los Cavineño propiciados por los religiosos fueron varios y generalmente se debieron a los conflictos armados que los Cavineño tenían con los Esse Ejja, conocidos también como Chamas.

Sus formas de vida están familiarizadas con hábitos occidentales, la caza con escopetas, rifles y salón. Tampoco han abandonado del todo practicas como la pesca, en la que utilizan “sacha y barbasco” una planta para adormecer a los peces

La Misión cambió de nombre en el siglo XIX, denominándose Cavinas. En 1910 la Misión es nuevamente cambiada, llegándose a ella por Puerto Cavinas, que era el puerto Fluvial, a 3 Km. de la Misión; el mismo año el sacerdote franciscano Mariano Montero, tramitó, en la sede de gobierno, la dotación de tierras para los Cavineño, las que fueron otorgadas en el orden de las 72.000 has.

En 1942, con la secularización de los franciscanos, los religiosos Maryknoll toman la Misión, quienes tuvieron una penosa relación con los indígenas, ya que estos, los expulsaban monte adentro, por lo que, los que salían de la Misión, empezaron a formar distintos asentamientos dispersos.

Texto y foto: Richard Ilimuri - Internet

domingo, 7 de abril de 2024

Sirionos, cazadores por naturaleza

Siriono caragando un taytetu

Conocidos por ser los mejores cazadores y constructores de flechas, son conocidos como “indígenas de flecha largo”.

Hasta los principios del siglo pasado, su habilidad era utilizada sobre todo para armas de guerra, pero luego, lejos de dejar de lado la artesanía, empezaron a perfeccionar arcos y lanzas para la caza.

Este grupo étnico, cuya organización social esta basado en un consejo conformado por los ancianos, quienes son autoridades originarias y deciden para ejecutar los criterios, deliberaciones y la aprobación de la justicia comunitaria, políticos y sociales, en los últimos años se incrementaron con su apertura a la sociedad.

El siriono denominado mybia  que quiere decir cazador, tras jornadas de caza a finales de los años 40. Sirionos de las riveras del rios cocharcas, regresan trayento taytetu (chanchode monte). Como otros grupos étnicos de Bolivia, este no tiene rasgos que se hayan detenido con el tiempo, no se quedaron ahí, son dinámicos y evolutivos: Antes el hecho que una mujer participe en la caza y pesca era un verdadero tabú. Estos semi-nómadas abandonan al comenzar la época de sequía su vivienda habitual (casi inaccesible) en el Sudoeste de Moxos y divididos luego en pequeños grupos, van cazando, pescando y recolectando a través de las selva y el rio.

Sus recintos de vida se van reduciendo progresivamente ante el inexorable avance de la colonizacion.

Texto y foto: Richard Ilimuri-Internet

domingo, 24 de diciembre de 2023

Rubén Poma: Jenecherú, El Fuego que nunca se apaga

Antropólogo cruceño, abogado, exministro y acérrimo productor de televisión cuyo trabajo ha sido destacado en todo el territorio nacional con su programa televisivo Jenecherú. Nacido en su natal Yacuiba, Tarija, el 14 de junio de 1946.

Abogado y comunicador social, precisamente esta profesión es por la que Bolivia lo recuerda. Con su programa televisivo Jenecherú (palabra guaraní, que significa ‘el fuego que nunca se apaga’) mostró una Bolivia muy diversa, su cultura y sus paisajes. El programa se emitió desde 1979 hasta el 2000. 

Jenecherú dio mas importancia a la diversidad cultural existente en nuestro país, así como también del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la interculturalidad, convirtiéndose con  los años, en un referente de conocimiento de las culturas bolivianas, difundiendo ininterrumpidamente desde 1979 hasta 2000 en programas abiertos. Posteriormente se emitió en forma discontinua. 

Actualmente, Jenecherú es difundido a través de las redes sociales.

“Hemos continuado trabajando en el país, recogiendo material de campo en forma casi continua, luego ingresamos en las redes sociales, para acompañar a nuestros connacionales que están en diferentes partes del mundo¨.

Según Poma, Jenecherú ingresó al área de la comunicación social, educativa, cultural y turística para ayudar a que la población conozca su país, su gente y sus fronteras; y generar un diálogo intercultural cada vez más amplio y así forjar un país sinérgico unido en la diversidad¨.

Para Poma "la importancia de la promoción y difusión de la cultura es vital para tener conocimiento de la diversidad cultural y el empoderamiento de las mismas".

Mencionó que los medios de comunicación juegan un papel importante en la difusión de la interculturalidad, aportando al sistema educativo, así como también a la afluencia turística. 

Poma mencionó que actualmente está preparando una película que se estrenará dentro de cinco años, así como otros proyectos. “Este año, tenemos tres ingresos al pantanal boliviano para seleccionar los escenarios de concentración faunística, donde nos acompañará Huascar Bustillo, biólogo nacional y Rodolfo Meyer, gémologo de reconocida trayectoria” mencionó.

El trabajo de Rubén Poma a partir del programa Jenecherú aportó a hacer visibles a las diferentes comunidades indígenas bolivianas de tierras bajas

VELORIO

Sus restos serán velados en los salones velatorios de Las Misiones, a partir de este domingo 24.

Rubén Poma estaba en proceso de recuperación tras sufrir un accidente cerebrovascular, a veces llamado ataque cerebral, ocurre cuando algo obstruye el suministro de sangre a una parte del cerebro o cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe. Su entorno cercano dio a conocer que estaba más delicado en las últimas semanas.

CONDUCTOR DE PROGRAMA

Cada domingo desde Jenecherú, don Rubén Poma se encargaba de demostrar que Bolivia es un país diverso y multicultural. No hacía política ni ideología, su pasión era mostrar a la Bolivia Profunda, muchos años después pasó a ser parte de ofertas electorales, Este sábado, el antropólogo y destacado boliviano falleció y dejó un enorme legado para ser apreciado por las nuevas generaciones.

Poma hizo un periodismo diferente y transformador, Llevó las cámaras a lugares inhóspitos, donde los medios televisivos nunca ingresaron ni se interesaron por la producción agropecuaria, ganadera, y mucho menos por la vida de las comunidades indígenas originarias.

Bolivia Retrospectiva

martes, 5 de diciembre de 2023

TUPIZA: Territorio ancestral de los Chichas

Asentada en territorio ancestral de los Chichas. Se cree que la ciudad habría sido fundada entre fines de 1535 y enero de 1536, como base de aprovisionamiento para la expedición de Diego de Almagro a Chile. No se sabe si la población fue creada por el propio Almagro o por su adelantado Juan de Saavedra, jefe de una partida exploratoria. De ser cierta esta creencia.

Tupiza sería junto con Paria (Oruro) (fundada en las mismas circunstancias) la ciudad española más antigua de Bolivia, y la segunda más antigua no fundada por los españoles. Dominación de nación chichas: el pueblo originario que habito esta zona se identifica tácitamente como la nación chichas.

Esto se refrendaría en la existencia de registros notariales que nombran a españoles como vecinos de Tupiza ya en 1539, el mismo año de la fundación de Chuquisaca.

Otra versión asegura que la ciudad fue fundada el 4 de junio de 1574 por Luis de Fuentes y Vargas, quien se encaminaba por el valle a establecer la ciudad de Tarija.

La actual región de Sud Chichas y el este de Sud Lipez pertenecían a Argentina hasta la independencia de la República de Bolívar en la que dichos territorios pasaron a ser bolívares (actualmente bolivianos). Desde entonces hasta la Guerra del Pacífico, Argentina reclamaba esos territorios, hasta casi llegar a una guerra.

El 7 de noviembre de 1810, a 25 km al sur de la ciudad, se libró la batalla de Suipacha, en la cual participaron los ejércitos patriotas remitidos por la Primera Junta de Buenos Aires, bajo el mando del caudillo Chicheño Coronel Pedro Arraya, Juan José Castelli, Díaz Vélez y Balcarce, "en territorio de Los Chichas se consiguió el Primer Triunfo de las armas patriotas por la independencia del Alto Perú, hoy Bolivia, gracias a la participación de argentinos, cinteños, tarijeños y sobre todo de la apocalíptica participación de los Centauros Chicheños. En mérito a esta gloriosa batalla. La Junta de Buenos Aires dispuso que los combatientes llevaran un distintivo con la inscripción: "LA PATRIA A LOS VENCEDORES DE TUPIZA".

El 25 de noviembre de 1895 el presidente Mariano Baptista decretó que Tupiza fuera oficialmente reconocida como ciudad, convirtiéndose en capital de la Provincia de Sud-Chichas.

lunes, 4 de diciembre de 2023

TIWANAKU: Legado cultural que pervive

Mucho antes de que el imperio Incaico dominara los Andes, en la cuenca del lago Titicaca nació una cultura que durante siglos fue una de las más importantes de Sudamérica. Se la conoce como tiahuanaco por el nombre de su capital, Tiwanaku, situada en la orilla sur del lago Titicaca. Nacida como una pequeña comunidad agrícola, se convirtió en un imperio que, cosa rara, no se expandió mediante las armas.

Los orígenes de la civilización tiahuanaco se remontan al siglo XVI a.C. según el arqueólogo Carlos Ponce, que dedicó gran parte de su vida al estudio de esta cultura. Durante la primera mitad de su historia Tiwanaku fue una pequeña población que vivía de la agricultura y de la pesca, abasteciéndose de cuanto necesitaban gracias al lago Titicaca.

La domesticación de la llama dio un giro a su vida ya que, como animal de carga, les permitía comerciar con otras culturas de la cuenca del Titicaca; tuvo especial éxito su artesanía en cerámica, el material arqueológico más abundante para el estudio de su cultura junto con sus construcciones monumentales.

El comercio permitió a la cultura tiahuanaco expandirse por gran parte del altiplano andino, en la frontera entre las actuales Perú, Bolivia y Chile, y consolidar una posición dominante respecto a los otros pueblos que lo habitaban.

Tiwanaku alcanzó su mayor esplendor entre los siglos VII y X, el llamado período imperial. El hecho de que lo lograra sin recurrir al dominio militar la convierte en un caso raro, sobre todo teniendo en cuenta que el vecino imperio Huari en el litoral del actual Perú- sí era una potencia militarista. Por ello se ha especulado que en este período ambas culturas podrían haber forjado una alianza y constituido un imperio dual, en el que una aportaba la fuerza de las armas y la otra la autoridad religiosa; teoría que no ha podido ser demostrada hasta el momento.

Aunque Tiwanaku fuera abandonada, su legado cultural se mantuvo. Prueba de ello es que siglos después, en el apogeo del imperio Incaico, el lago Titicaca seguía siendo un lugar de peregrinación. Los incas consideraban el lago como el lugar donde había nacido el mundo y a la ciudad, ya en ruinas, como un espacio sagrado; también heredaron de ellos el culto al deidad Wiracocha y algunas prácticas religiosas de los tiahuanaco. Tomando las claves del éxito de las dos grandes culturas de aquel tiempo -de los tiahuanaco el prestigio religioso y la red comercial, y de los Huari el poder militar. Forjaron una nueva civilización que se convirtió en una de las más importantes de la América precolombina.

domingo, 3 de diciembre de 2023

CURAHUARA DE CARANGAS: Capilla Sixtina de Los Andes

Localizado en el departamento de Oruro, provincia Sajama Curahuara de Carangas, se encuentra la capilla Sixtina de Curahuara de Carangas que fue construida en el año 1607 por el Padre Baltazar Cachaga y Gonzalo Lara, quienes fueron misioneros evangelizadores de la colonia española. El recinto templario fue utilizado con el fin de ser un centro de formación catequista.

IGLESIA 

La Iglesia de Curahuara de Carangas, conocida como la "Capilla Sixtina de Los Andes", es un templo católico de Bolivia, ubicada en el municipio de Curahuara de Carangas del departamento de Oruro. Su construcción se inició en 1587 y concluyó en 1608, lo que la hace una de las más iglesias más antiguas de Bolivia y Sudamérica. Fue declarada Monumento Nacional en 1960

El clima de la región ha permitido la conservación de los murales y pinturas que decoran profusamente paredes y cielo falso realizadas en 1608 siendo cura el español Juan Ortiz Vitasol de la orden de los agustinos y cacique principal Baltasar Cachagas y Gonzalo Lara quienes llegaron a la zona junto a los conquistadores españoles.

El recinto templario fue usado antiguamente como centro de formación de catequesis, alberga en su interior la imagen del apóstol Santiago, patrono del pueblo.

Curahuara de Carangas y es uno de los lugares con gran atractivo turístico de nuestro país. En este sitio se encuentra el regimiento Tocopilla de Escaladores de Montaña y el nevado del Sajama.

Richard Ilimuri

sábado, 2 de diciembre de 2023

COLQUIRI: Historia de un pueblo minero

La historia de comienza en el municipio de Colquiri, fue creado el 3 de diciembre de 1819. Tiene una extensión de 987,93 km2. y su topografía está compuesta por una zona accidentada, con presencia de serranías y quebradas. También de áreas altiplánicas y de cordillera o montaña.

El clima es frio; su temperatura promedio anual es de 13 °C. Tiene una población aproximada de 19.620 habitantes. Limita al norte con los Municipios de Ichoca e Inquisivi, al sur con el Departamento de Oruro, al este con el departamento de Cochabamba y al oeste con el Municipio de Caracollo del departamento de Oruro. 

ACTIVIDAD ECONOMICA

Sus principales actividades económicas son la agricultura, la ganadería, y una poca actividad minera. El Centro Minero de Colquiri, se encuentra ubicado frente a la población del mismo nombre. Su superficie es de 50 hectáreas aproximadamente, ocupada mayormente por viviendas de los mineros, escuelas, canchas deportivas, tiendas y oficinas administrativas.

Es considerado como una de las poblaciones más importantes dedicadas a la explotación minera. El yacimiento tiene renombre a nivel nacional por las condiciones geomorfológicas y la abundante cantidad de materias primas como estaño, plata, zinc, wólfram, plomo, antimonio y pirita.

La mayoría de estas concesiones son nominales dependiendo de la fluctuación de los precios internacionales. Esta situación afecta por igual a los trabajadores tanto privados como estatales. Ellos tienen una larga historia sindical y se ganaron el prestigio por las luchas que enfrentaron para reivindicar sus conquistas sociales durante las últimas décadas.

TURISMO EN EL MUNICIPIO

Entre los atractivos más relevantes están, las Aguas Termales de Ajamarca, el Campamento Minero de Colquiri y otros. Las actividades turísticas que se realizan son: el turismo cultural, turismo Minero, turismo de aventura (trekking), Turismo de salud, Observación de flora y fauna, entre otras.

Richard Ilimuri

jueves, 30 de noviembre de 2023

AGUAYO: Cuna milenaria de los andes

La Cuna milenaria de los pueblos indígenas originarios que sobrevivió los tiempos. En el lenguaje aimará le llaman simplemente “awuayo” y hace siglos que es la cálida cuna de nuestros hermanos originarios de Bolivia, Perú y el norte de Argentina y Chile.

No tiene secretos; es una simple manta rectangular que las mujeres acomodan en sus espaldas y con un nudo seguro, la atan hacia adelante a la altura del corazón.

En su interior, el niño protegido acompañara a su madre en largas caminatas, a veces hasta en trabajos en la tierra.

La confección de un awuayo necesita la misma laboriosidad de una cuna de madera o de un simple escarpín. Mientras espera el nacimiento de su hijo, la madre lo tejerá en  telares milenarios y lo teñirá con colores fuertes, copiados del plumaje bicolor, blanco y negro, del alcamari, un pájaro hermoso que disfruta su libertad en una especie de ave falconiforme de la familia Falconidae que habita a lo largo de la región Andina de la puna. Será una prenda sagrada y lo usarán también como mantel para la eucaristía. Cuando el niño ya no lo necesite, lo ofrecerán como homenaje a la Pachamama , la madre tierra. En gratitud por la nueva vida y en ruego para que el niño sea feliz.

Despierta ternura observar a las mujeres en sus caminatas o largas esperas, mantener intimas conversaciones con su niño. Charlas y también reproches cuando la pequeña guagua se porta mal en su cuna. El awayo, por la ternura que despierta, es lo más parecido al nido de un colibrí. En esa cálida fortaleza,  el niño duerme feliz, acunado por el arrorró que cantan los latidos del corazón de su madre.

Muchas veces he sentido la necesidad de abrir sus pliegos, mirar los vivos ojos negros que se asoman y sentir en mis manos el calor de la ternura. Pero llevan en su genes el alerta por la hostilidad de siglos y me dirán con la mirada, ¡cuidado, no estoy solo, me está cuidando mi madre!

No pierdo la esperanza que me entiendan; solo me asomaba para volver a sentir tanto amor.


domingo, 19 de noviembre de 2023

WALLUNK’A: Columpios para celebrar la tradición agrícola del valle

 Jóvenes y solteras se suben al columpio gigante
 y dos varones tiran de las cuerdas
Este ritual, característico del valle cochabambino, está asociado con una época fértil que permitirá una relación estable, feliz y próspera, establecida bajo la protección de los ancestros. 

El columpio es el escenario en el que las nuevas relaciones de jóvenes se inician en estas festividades. La wallunk’a está acompañada de cantos típicos vallunos que no se encuentra en otros lugares.

Las tradicionales   wallunk’as son columpios gigantes que se arman cada domingo durante el mes de noviembre, luego de la fiesta de Todos Santos. 

Mujeres jóvenes y solteras se suben al columpio gigante y dos varones tiran de las cuerdas para  impulsar a la moza, que, al ritmo de la música, debe esforzarse para sacar canastas premiadas que están colgadas adelante y atrás del columpio.

Deben ser creativos, darle originalidad y expresar exactamente  la fiesta de Todos Santos, dedicadas a ese tiempo, recordando a los difuntos, a los seres queridos que se fueron y no llegar al insulto procaz, sexo y humillaciones a la mujer.

Una vez que termina Todos Santos, comienza la fiesta de las wallunk’as, es la fiesta de los jóvenes, donde se enamoran, columpian. Los columpios celebran la vida y cierran la festividad de Todos Santos, en la que se celebra la muerte.

Las wallunk’as están acompañadas por baile, coplas, comida típica, chicha kulli y amarilla, además de mucha diversión, proliferan en todo el valle cochabambino durante el mes de noviembre, sobre todo los domingos,  aunque  hay columpios hasta el mes de febrero.