German Busch Becerra |
Las circunstancias de su muerte aún generan dudas. La
versión oficial señala que el mandatario, máximo héroe de la Guerra del Chaco,
se suicidó, aunque como únicos testigos del incidente estaban su cuñado, el
coronel Eliodoro Carmona y su concuñado, el mayor Ricardo Goitia.
El 23 de agosto de 1939, a las 5:30 am, el entonces
gobernante de Bolivia, Víctor Germán Busch Becerra, recibió un tiro en la
cabeza en el despacho de su casa en la calle Rosendo Villalobos, de La Paz. El
coronel Busch tenía sólo 35 años. Habíase convertido en Presidente de Bolivia a
los 33 años. El más joven de nuestra historia hasta hoy. Sólo dos meses antes
de su muerte, había renunciado a su cualidad de gobernante constitucional,
electo por la Asamblea Nacional, y asumido la dictadura. Veía en ese método de
gobierno la única forma de resistir al embate de los grandes capitalistas del
estaño y sus sirvientes entre los partidos políticos tradicionales y los
intelectuales a sueldo, que buscaban anular su sueño: devolverle a Bolivia sus
propias riquezas naturales.
Germán Busch tenía muchos enemigos debido a las medidas
sociales que había implementado en su mandato. Dos meses antes del hecho, el 7
de junio, había nacionalizado las ganancias de los grandes barones de la
minería y en su discurso había adelantado: “Si a causa de esto cae mi gobierno,
lo habrá hecho al amparo de una bandera admirable”…
Germán Busch agonizó hasta las 2 de la tarde de ese día. Sin
embargo, media hora después de su herida mortal, es decir, a las 6 de la
mañana, ya Bolivia tenía nuevo Presidente: El general Quintanilla. El
vicepresidente de Busch, Enrique Baldivieso, fue detenido y no lo sucedió en el
cargo.
Entre las medidas más importantes del breve gobierno de
Germán Busch (1937-1939) destacan la nacionalización de las ganancias de la
gran minería, monopolizada entonces por los barones del Estaño; la creación del
Banco Minero, el primer Código de Trabajo de nuestra historia, que es base de
la actual Ley General del Trabajo; la Constitución de 1938, adelantada para su
tiempo; la abolición de la esclavitud y el pongueaje; la recuperación para el
Estado de YPFB, las regalías del 11% para las regiones productoras de petróleo,
la reapertura de la UAGRM, cerrada por el gobierno de Toro en 1936; la
vinculación férrea de Santa Cruz con Brasil y Argentina; la firma definitiva de
la paz con Paraguay, quien debió devolver a Bolivia 20.000 kilómetros cuadrados
como condición para la paz dada por Busch. De lo contrario, el mandatario había
dicho que se reiniciarían las hostilidades.
Germán Busch había nacido el 23 de marzo de 1904 en San
Javier de Chiquitos (Santa Cruz), había vivido su infancia y adolescencia con
su madre Raquel Becerra, en Trinidad (Beni), hasta que el 20 de enero de 1922
había entrando al colegio militar en La Paz como cadete. Se inició allí como
artillero, pero luego se encontró con su pasión de toda la vida: la caballería.
Es sin duda, uno de los presidentes más enigmáticos y
vibrantes de toda nuestra historia republicana.
Este 23 de agosto, se recuerdan los 76 años de su muerte.
Texto y foto: Internet- Richard Ilimuri