Una pandemia que tiene en vilo a la población mundial y que
ha llevado a varios países de América Latina al cierre de fronteras y la
declaración del estado de emergencia, como medidas de contención frente el aumento
de los casos de personas infectadas por el virus.
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), al 18/03/20, había en el mundo 200 mil personas contagiadas por corona-virus (COVID-19), y más de 8 mil fallecidos producto de esta pandemia,
desde que se registró el virus.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), al
día mueren por desnutrición 8,500 niños menores de cinco años en el mundo. (2)
En 2017 murieron 6,3 millones de niños menores de quince años por esta u otras
causas. ¡Cada 5 segundos muere un niño en el mundo por desnutrición!
¿Por qué la desnutrición infantil no es declarada pandemia
mundial?
La totalidad de los niños fallecidos por desnutrición son de
familias empobrecidas, de familias indígenas o campesinas, en especial en el
área rural. En el caso de las víctimas de COVID-19, son en su mayoría adultos o
adultos mayores, blancos, de ciudades, en especial de ciudades
modernas/desarrolladas. Incluido el presidente del Banco Santander. (4)
Incluso, 26 curas en Italia.
¿Será que, para la ONU, y la moderna comunidad
internacional, las y los 8.5 millones de niños que diariamente mueren por
desnutrición no son humanos, o son menos humanos que los europeos, blancos,
banqueros? ¿Será la aporofobia? (6) ¿Será adultocentrismo racista?
Pandemias y genocidios contra pueblos indígenas
La civilización de la modernidad nació en el siglo XV,
inoculando viruela, sífilis, gripe… contra los incómodos pueblos indígenas o
pueblos subalternos que se resistían a la civilización cristiana del miedo y
del saqueo…
La viruela, sífilis… era más barato que la pólvora para
dominar a los pueblos indígenas sin desaparecerlos por completo. En cuestión de
años, la modernidad naciente redujo biológicamente en más del 80% a la
población indígena en Abya Yala. ¡El COVID-19, mata menos del 3% de los
infectados! Sin embargo, ya fue declarado pandemia mundial por la ONU.
Dicen que los europeos repudiaron a Hitler no tanto por
matar a seres humanos, sino por matar a una población blanca en Europa. La
modernidad legó privilegios a Europa y USA gracias al “hitlerismo” que ellos
instauraron impunemente en el resto del mundo, desde hace más de cinco siglos.
Para la modernidad, el genocidio y/o pandemia es tal sólo,
si sólo sí, las víctimas son blancos, machos, europeos u occidentalizados. Dura
radiografía constitutiva de la modernidad ciega.
COVID-19 será letal para los pueblos indígenas
Con inmenso dolor leemos en las noticias que en 24 horas la
pandemia del COVID-19 mata a 475 italianos. Los países modernos, muy a pesar de
su infraestructura de sanidad, seguridad, en cuestión de días, se convierten en
epicentro letal de la pandemia moderna.
Si esto ocurre en territorios provistos de presupuesto e
infraestructura de sanidad, ¿Qué ocurrirá si acaso COVID-19 llega a los
territorios indígenas? Territorios con cerca del 80% de sus niños en situación
de desnutrición, sin infraestructura/presupuestos de salud, sin Estado, ni
derechos…
Las familias indígenas rurales en Guatemala, Perú, México…
no tienen para los frijoles, mucho menos tienen para barbijos, desinfectantes…
ni agua, ni saneamiento tienen.
No deseo imaginar lo que podría ocasionar este Frankenstein
moderno, si acaso lograse ingresar en las poblaciones indígenas rurales.
Estos ensayos de biopolítica moderna, emprendidos por los
poderes enfermos hegemónicos, es un motivo más para ejercer el control y
autodeterminación en nuestros territorios.
Al parecer, el coronavirus no va únicamente por la
salud/vida humana, sino por las riquezas y por los rebeldes que aún subsisten
en los territorios del mundo.