sábado, 17 de junio de 2023

CORO CORO: Leyenda del Cóndor Jipiña

Pues cuentan que hace mucho tiempo un cacique sabio gobernaba la ciudad de Coro coro con justicia y bondad.

El anciano tenía dos hijos, un varón, que había heredado la prudencia y sabiduría del padre, y una muchacha, bella como nadie.

Un día llegó un extranjero hasta la casa del cacique. Venía, según aseguró, de tierras lejanas y quería pedir la mano de la hija. El muchacho era fuerte y hermoso, y esperaba ser aceptado.

El cacique, sin embargo, le respondió de esta manera:

-Hermoso joven, tu petición me honra, pero eres un perfecto desconocido. Nada sabemos de ti ni de tu pueblo. ¿Puedes mostrar alguna prenda de tu origen?

Al muchacho, que no esperaba esta respuesta, las palabras del anciano le hirieron profundamente. Calló y, en silencio, abandonó el lugar sin que nadie en Coro coro se diera cuenta.

Pasó algún tiempo, y la historia del pretendiente de la hija del cacique se había olvidado. La muchacha estaba enamorada de un joven y con él subía hasta el cerro a charlar y a contemplar el paisaje. Un día de los que subieron, se dieron cuenta de que un cóndor volaba por encima de ellos y les observaba desde la distancia. Como el cóndor no se iba y volaba alrededor de ellos, la muchacha se asustó. Su enamorado le contestó:

-No te inquietes, mañana regresaremos con mi honda, y si aún está por aquí, le espantaré.

Al día siguiente, los jóvenes volvieron a subir al cerro, y al aparecer el ave, el muchacho hizo vibrar su honda y la lanzó con fuerza y precisión hacia el cóndor. Dentro había una piedra de oro.

El cóndor recibió un impacto en el pecho y, volando como pudo, llegó hasta una roca donde se posó,

moribundo. Wiracocha, dios de los dioses, lo transformó en roca.

Algún tiempo después, llegaron a Coro coro emisarios del imperio vecino: buscaban al príncipe Kuntur Mallku, que había salido de viaje por diferentes ciudades para buscar esposa y nunca había regresado.

Cuando llegaron donde el cacique, este les explicó que sí había pasado por allí, pero que, al no poder dar ninguna prenda de su procedencia, se había marchado.

Los hombres le contaron entonces que Kuntur Mallku era el único humano con el poder extraordinario de transformarse en cóndor. La hija, que estaba escuchando junto a su padre, al darse cuenta de lo ocurrido, se desmayó y vivió el resto de sus días con tristeza.

Al lugar donde el cóndor se transformó en piedra le llaman desde entonces «cóndor Jipiña» y, en aimara, esto significa `donde hace nido el cóndor'.


viernes, 16 de junio de 2023

Patacamaya: Población Guerrera

Patacamaya, una localidad situada en Bolivia, recibió su nombre debido a un trágico evento que tuvo lugar en los años 1920. Según la historia, se produjo una guerra entre los aymaras y los quechuas, dos importantes grupos indígenas de la región. Durante este conflicto, perdieron la vida 101 personas.

El nombre "Patacamaya" tiene su origen en el idioma aymara y se traduce al español como "cien muertos". Esta denominación fue adoptada en conmemoración a las numerosas vidas que se perdieron durante la mencionada guerra.

Este nombre histórico de Patacamaya sirve como un recordatorio de los conflictos pasados y las pérdidas humanas que tuvieron lugar en la región. Además, destaca la importancia de preservar la memoria histórica y fomentar la paz y la reconciliación entre los diferentes grupos étnicos y culturas presentes en Bolivia.

Richard Ilimuri-Internet

martes, 6 de junio de 2023

Chiru chiru: Robin Hood andino

Muchos orureños cuentan la historia del Chiru Chiru, un personaje de nuestra cultura, que comparte elementos con el "Robin Hood inglés", puesto que es conocido por robar a los ricos y para dárselo a los mas pobres, aunque esta leyenda tiene un final más bien muy amargo.

Cuentan las gentes de Bolivia que un día, una vez un minero encontró a Chiru Chiru robando y lo mal hirió antes de que lograra escapar. Nuestro Nuestro Robin Hood Andino, buscó refugió luego del ataque, con tan mala suerte de que esa sería su última fechoría puesto que, y de acuerdo con esta breve historia, el cadáver del pobre Chiru Chiru fue encontrado junto a una imagen de la Virgen en el interior de una cueva.

Desde entonces, esa cueva que fue el último lugar donde estuvo nuestro Robin Hood andino se convirtió en un lugar de culto, símbolo de quienes donan lo que ganan a aquellos que más necesitan.

Cada región, ciudad y grupo étnico que habita este precioso país tiene sus creencias, leyendas e historias contadas de generación en generación, conforman su cosmovisión.