Fotos: festival del Pacú. |
El festival comenzó (el 19 de Mayo) del año 1987 por iniciativa de varias
instituciones y personalidades locales que buscaban promocionar el turismo en
Villamontes y posicionar la benemérita ciudad a nivel nacional.
Tiene muchos atractivos para hacer turismo, pocas ideas
creativas y nada de voluntad de trabajo de parte de las autoridades. Muchos
políticos apoyaron la decisión y muchos de ellos asistían a los festivales
gente de poder muy reconocidos. “Yo era un niño pero recuerdo muy bien esas
noches frías, junto a mi madre y hermana disfrutábamos de un espectáculo de
primer nivel”, Nos dice: Esteba Farfán Romero, es periodista, analista político
y docente, en su natal Yacuiba.
“En esos años arribaba mucho sábalo por el Rio Pilcomayo y
los cardúmenes movían la economía, todos se beneficiaban de forma directa. Y
esperaban con ansias e impaciencia la llegada de los visitantes que traían
bienestar a todos. Eran otros tiempos, tiempos idos, tiempos perdidos y también
abusados”.
¿PLANIFICACIÓN? El festival sufrió una serie de
interrupciones por la falta de organización, la improvisación ha hecho
insostenible la realización consecutiva de dicha actividad que originalmente no
solo se reducía al festival nochero, sino al concurso de pesca del escurridizo
dorado, surubí, bagre, palometa, e incluso bogas. Argentinos, paraguayos,
tarijeños, cruceños participaban del reñido concurso. Una verdadera fiesta “día
y noche”.
¿EJEMPLOS? !CUAL¡ La pesca no tuvo la suerte del Festifron
(de Yacuiba) que cuenta con Ley 3088, y 40 mil dólares para su realización,
además se realiza con apoyos particulares comandados por el Gobierno Municipal.
“Pero la improvisación de nuestras autoridades una vez más a hecho
inconsecuente su realización. Desde 1987, nunca se ha realizado de manera
consecutiva por la falta de una estructura despolitizada y autónoma que se
ocupe de la organización con suficiente tiempo con objetivos claros”.
Desde que ha tenido el financiamiento, el FESTIFRON solo
sirve también para que unos cuantos vivos se embolsillen los recursos,
presentando descaradamente “pérdidas” o haciendo perder computadoras en la que
estaban supuestamente los informes contables. Otros desaparecieron con los
recursos y todo quedo en la impunidad. Así como el Festifron, el Festipesca
estuvo supeditado a voluntades de autoridades políticas de turno, lo que ha
hecho que estos eventos se reduzcan únicamente a espectáculos, ubicando en
lugar secundario otras dinámicas muy importantes del turismo y movimientos
económicos. No hay programas culturales, deportivos o de esparcimiento, etc.
“Deberíamos aprender de la Expocruz de Santa Cruz, del Festival de Cosquín de
la Argentina, de Viña del Mar en Chile. Muchas veces he sugerido la creación de
gerencias para estos eventos y apenas concluido el evento se comience con la
organización para el próximo año, soterrando la improvisación. Y este, aprenda
de las experiencias de otros, succionando las rutinas de los que llevan
organizando muchas versiones”.
¿Los gobiernos municipales? No tienen programas de turismo
serios, en el que los diversos sectores privados participen de forma activa,
haciéndose cargo de dichos eventos con el tiempo. Este tipo de actividades no
solo debe beneficiar a los artistas, sino mover/promover la economía local por
medio de políticas públicas organizadas. Apunta.
Estos
eventos no deben servir para el consumo desmedido de bebidas alcohólicas en los
recitales, en las carpas y calles. Se confunde el espectáculo cultural con una
promoción descarada de alcoholismo. Da la impresión que a las autoridades solo
les interesa el fulgor del espectáculo, la publicidad de artistas que les
permite mostrarse/exponerse. Los espectáculos artísticos deben ser con un
complemento a otras actividades importantes que beneficien a sectores
estratégicos de influencia positiva. “Pero aquí es al revés”, enfatiza, otras
actividades económicas muy importantes hacen de relleno del programa. Cuando
los turistas visitan Yacuiba y Villamontes, no tienen opciones para consumir su
tiempo de visita por lo que se pierden oportunidades valiosas que deberían ser
aprovechadas muy bien con un poquito de creatividad. Pues nuestras autoridades
solo piensan en el rédito que les reporta aparecer a lado del Chaqueño
Palavecino, Américo, los Kjarkas, etc. Algunos se animan a hacer el ridículo
cantando desafinado. Añade Farfán.
Texto: Esteban Farfán