miércoles, 20 de abril de 2011

Los Pacahuras


Bose Yacu, la indígena
Existen pocos datos sobre la etnia pacahuara debido a su inminente extinción; según el conteo efectuado por la Confederación Nacional de Naciones Indígenas Originarios de Bolivia (CONNIOB), se estableció que solo quedan unos 17 miembros indígenas puros asentados en una comunidad casi en el límite entre los departamentos de Beni y Pando.

Según la investigación; su organización se basaba en la familia extensa con matrimonios de primos cruzados,  el carácter totémico de su sistema confería una relativa independencia entre si a las distintas parcialidades, que con el paso de los años la base de la sociedad se hizo nuclear.

De las creencias originarias solo quedan vagas ideas; pues ya no existe la sociedad que podía darles consistencia y continuidad, la evangelización de los pacahuara sobrevivientes no se ha consumado, pese a los esfuerzos de las misiones asentados en le región.

La economía de los pacahuara se basa en la recolección y la agricultura; comercian la mayor parte de castaña y el palmito, el resto es destinado al consumo familiar, la castaña es materia prima para la fabricación de jabón casero y la obtención de aceite, el palmito son otras de sus rudimentarias industrias.

La agricultura se basa en la siembra de arroz, maíz, yuca y plátano; la caza y la pesca son actividades tradicionales de los pacahuaras y aún hoy en día son vitales para su subsistencia, junto con la recolección de frutos dl monte.

Es un grupo indígena en proceso de desaparición total, y solo quedan 6 personas; todos son hermanos, viven en el Puerto Tojorí, donde se dedican a la agricultura: Según un reportaje del matutino el deber de Santa Cruz, Bose Yacu es la última pacahuara que mantiene sus rasgos de su cultura original, vive con su familia el alto Ivon Beni.

Mantiene la nariz perforada y atravesada por una tacuara que lleva dentro, unas plumas rojas de tucán o paraba, conserva el collar colorido de perlas que heredo de su progenitora y mantiene el corte de pelo de sus antepasados (cerquillo). Se encuentran al filo de la extinción, por que no pueden reproducirse por la vejez y su futuro esta en riesgo.

En general los indígenas pacahuara han perdido sus hábitos culturales desde que salieron del río negro; por lo general esta etnia antes se trasladaba de un lugar a otro para cazar, pescar con sus flechas, recolectar frutos y rendir su culto a sus dioses. Hoy tiene los días contados.

DATOS

REGIÓN: Amazónica.

DEPARTAMENTOS: Beni y Pando.

PROVINCIAS: Vaca Diez y Manuripi.

MUNICIPIO: Riberalta.

COMUNIDADES: Tujuré, Santa Ana.

IDIOMA: Pano.

ACTIVIDAD PRINCIPAL: Recolección y agricultura.

PRODUCTOS: Castaña y palmito.

VÍAS DE ACCESO: Terrestre: se puede acceder por sendas estrechas desde Alto Ivon hasta Tujuré.

HABITANTES: 11 (se espera el censo INE 2012)   

Texto: Richard Ilimuri

jueves, 7 de abril de 2011

El Castillo de la Glorieta

La torre de la princesa
tiene 80 gradas.
Adornos con dragones y pan de oro. 
Empezamos el tour por la capilla del espíritu santo, Cristo de la agonía y virgen de los milagros, los colores verdes que se funde con el de los vitrales, y dan una atmósfera especial al lugar  ya que este, fue el primer ambiente construido.




La escalera de la torre,
hecha con maderas
traídas desde Europa. 
Sin apuro, Juan Pablo Ríos guía del Castillo de la Glorieta se toma su tiempo para explicar a los visitantes. Mostrando uno de los ambientes “aquí es donde los sacerdotes se cambiaban la sotana, el diseño es de estilo árabe”.
También se encarga de abrir las puertas del salón principal, “este salón era de la princesa con adornos de pan de oro, ángeles, la reina Artemis y chimenea hecha de mármol blanco traídos de Europa, también si se fijan (los vidrios de) las ventanas tienen  grabadas  con sus iníciales de sus nombres” de los príncipes.
El pulido de la madera Quina Quina está intacto, la escalera que conduce a las habitaciones está hecha con madera traída de Francia y armada en Sucre. En la parte posterior del cuarto de baño esta forrado de azulejos cafés, azules y blancos, la tina donde la princesa gozaba de baños con  agua caliente, cuenta con calefón a carbón también llegado desde Europa. El cuarto principal color  azul oscuro, tiene  puertas que conducen a los balcones y a unas escaleras para bajar al jardín. Las cerraduras, chapas, y aldabas son de plata, algunas han sido robadas  y serán repuestas en el futuro. Otros cuartos más pequeños servían como armarios para los vestidos de la princesa, algunos cuartos servían para alojar a sus invitados.
Un retrato pintado de los príncipes,
 con sus 108 hijos adoptivos. 
Carrosa, en el Liceo Militar.
La bodega, donde el príncipe almacenaba
 los vinos y licores más finos.









La reina Artemisa, con adornos
de pan de oro. 

Mientras el príncipe, mando a construir la torre con un diseño baustico, ruso-bizantino, en forma de caracol con piedra pura con 108 gradas. También amaba  los caballos de sangre pura  construyo caballerizas amplias para los animales de paseo y las mulas que tiraban los coches que se guardaban en las cocheras. Uno de estos carruajes es conservado hasta hoy por los militares del Liceo. Y no podía faltar la bodega de los vinos y licores pero nos advierte que  “el ambiente es pesado por que vieron en una ocasión a la princesa inclusive hay foto” pero lo que es cierto es él ambiente húmedo, dice que en este lugar se almacenaba los vinos más finos y botellas de licores importados que eran disfrutados por don Francisco y doña Clotilde.
Desde el dormitorio de los príncipes “solo son replicas” se puede acceder a la torre de la princesa “tiene 80 gradas de madera importadas, con diseño de caracol acabado en covacha china oriental”, de donde se ven los jardines  espléndidos y  una vista privilegiada del Liceo Militar, que colinda con la propiedad “gracias al Tte. Edmundo Andrade por que era escudero del príncipe”. solo se sube de uno en uno indica el guía “a ella le gustaban las muñecas” así que del palacio pasamos a los jardines, construidos por expertos jardineros de ese tiempo, en base al diseño de los jardines de Versalles con pequeños lagos artificiales, fuentes, vivero, un pequeño criadero de aves, un templo dedicado a la diosa Vesta (hoy bastante deteriorados), otro especial para la meditación en más de dos hectáreas de terreno, es sorprendente la casa de muñecas donde la princesa pasaba largas horas.

Hoy es un gran monumento nacional  donde llegan miles de turistas nacionales  y extranjeros. Vale la pena visitarlo. (Ver fotos).