viernes, 2 de julio de 2010

Los Araonas

Chanito Matahua Huari,
  indígena araona
Estuvieron asentados cientos de años en la Amazonía boliviana: dominaron los ríos amazónicos, fueron guías de los de los industriales del caucho y paradójicamente estos los esclavizaron, luego los expulsaron de sus tierras; los que escaparon vivieron como nómadas en los territorios de Pando, Beni y el norte La Paz.

Este grupo indígena también tubo presencia en regiones colindantes con el país (Brasil y Perú), según se dice: El rasgo más destacable de los Araonas es su respeto casi sagrado sobre su espacio circundante y natural; se ha advertido la presencia de unos árboles en los cuales, según ellos vivirían al espíritu de la selva.

Los araonas aseguran que esta suerte de tótems atesoran los espíritus de sus antepasados protectores, los cuales permiten equilibrar la explotación de la tierra o les ocasionaría algunos males; incluso la muerte.

La mujer araona tiene mucha incidencia en la economía pero no así en lo político ni religioso hasta hace algunas décadas aún existían las familias, en las que el hombre tenía el derecho de tener dos, tres o cuatro mujeres.

En el Perú; parque Nacional Manú (que significa río en lengua originaria), es un atractivo natural que en los últimos años logró un interesante impulso turístico, lo que no necesariamente favorece a las tribus, que generalmente tienden a dispersarse y desaparecer ante la expansión de la civilización.
Los Araonas, tienen su
 espacio natura
l

Según estudios a cerca de la cultura en el año 2004 solo quedaban 97 integrantes identificados. Cuentan que los araonas se redujeron tanto a consecuencia del genocidio y el etnocidio, en la época de la fiebre del caucho, a finales del siglo XIX, que ocasionó grandes matanzas y la migración de los araonas desde Pando al norte de La Paz.

Chanito, primer
asambleísta
 
En una visita que hizo en matutino El Deber de Santa Cruz a la tribu araona, Chanana Matahua mueve las manos en señal de escasez, cuando le preguntaron, si durante su juventud había mujeres en la tribu.

Expertos coinciden que la falta de mujeres en esta etnia es la gran causante para que esta etnia este condenada a la desaparición.

El actual capitán grande araona, Pale Huashima es una prueba de este fenómeno, afirmando que sus padres son hermanos y afirmando la desesperación que causa uniones dentro de las familias.

Actualmente según datos hay 32 mujeres y 30 hombres adultos, pero varios de los varones siguen practicando la poligamia y eso ocasiona que algunos se queden sin pareja y sin descendencia, situación que ha creado disputas y amenazas de muerte entre ellos.

DATOS

REGIÓN: Amazónica.

DEPARTAMENTO: La Paz

PROVINCIA: Iturralde

MUNICIPIO: Ixiamas

COMUNIDAD: Puerto Arjona

IDIOMA: Tacana

ACTIVIDAD PRINCIPAL: Recolección forestal, caza y pesca

PRODUCTOS: Castaña, caucho, madera y frutas.

 VÍAS DE ACCESO: Aéreo, fluvial

HABITANTES: 97 (pero se espera el censo INE 2012) 


Texto y foto: Richard Ilimuri







martes, 29 de junio de 2010

EL MANANTIAL Silala, Bolivia

Silala: comisión encabezado por el canciller
David 
Choquehuanca junto
 al comité cívico 
potosino
En medio del desierto a 4.423 m.s.n.m. nacen de bolsones, las aguas subterráneas por medio de un sistema de bombeo natural, cerca al cerro Cabana, sobre el desierto del Siloli y el cerro Inacaliri, cantón Quetena Chico de la provincia Sud Lípez, al suroeste de departamento de Potosí.

Esta situado sobre los hitos 73 y 76, que forman 94 vertientes (ojos de agua) con una capacidad de caudal, según un calculo hidrométrico de 270 litros por segundo en los meses de lluvia y 170 en temporadas secas. Las temperaturas oscilan entre los cinco grados bajo cero en verano y menos veinticinco grados en invierno. Vientos que alcanzan entre 50 y 85 kilómetros por hora.
Un ojo de agua, donde
 nace el manantial

El viaje a los manantiales es de 12 horas partiendo desde Potosí pasando por Uyuni, Villa Alota y Laguna Hedionda. También se puede tomar la ruta de Quetena Chico, Laguna Colorada, Árbol de Piedra, atravesando por momentos el interminable desierto de la reserva Eduardo Abaroa.


Las aguas subterráneas, ojos y humedales afloran cinco kilómetros dentro el desértico territorio boliviano por tanto el estado es dueño del 100 por ciento. Y estas buscan un curso natural (se llama trayecto del agua) en este caso atraviesa la rocosa frontera de Chile y desembocar al primer estanque artificial donde es tratado como cualquier agua dulce. Por las condiciones geológicas del lugar, las aguas del manantial no pueden ser aprovechadas por los bolivianos.


Según expertos tampoco puede ser desviado ni destruidos por que afectaría la naturaleza de las vertientes. Por el momento Chile es el más beneficiado y tiene una deuda histórica con Bolivia por el consumo por más de cien años.

El 3 de septiembre de 2009 una comisión encabezado por el canciller David Choquehuanca junto al comité cívico potosino, delegados y comunarios del cantón Quetena chico, inspeccionaron, desde su nacimiento hasta la frontera con Chile, recorriendo los cinco kilómetros el cause de los manantiales del Silala. 

En el recorrido se pudo evidenciar los canales artificiales hechos de piedra volcánica y tubos, trabajos hechos hace más de cien años, por la empresa chilena The AntofagastaBolivia Railway Company Limited.

La presencia del canciller en los manantiales, fue antes de la firma del preacuerdo de los 13 puntos puestos en la agenda de negociación con Chile, en el cual se compromete a pagar por el uso de las aguas dulces. También Choquehuanca se comprometió en un pequeño discurso a no negociar nada (con Chile) a espaldas del pueblo boliviano.

Texto y foto: Richard Ilimuri.

viernes, 25 de junio de 2010

Los Yaminahua

Una mujer yaminahua.
La etnia yaminahua dividido y en peligro de extinción. tiene como pilar la familia extensa, es decir lazos medianos de parentesco. Actualmente se funda en la familia nuclear, donde están solo los parientes inmediatos, siendo el padre el jefe, pero en esta etnia la mujer puede decir la separación de su pareja e inmediatamente puede elegir a otro hombre del mismo grupo. Es la mujer la que dispone de la relaciones de matrimonio.

Los yaminahua mantiene en gran parte sus tradiciones culturales materiales e ideológicas, pero de, manera sosegada, por la influencia mercantilista del lado brasileño y los evangelistas. Están asentados en el extremo norte de Pando y solo en el año 2004 se contaban 395 de ellos. Aun mantiene muchas creencias ancestrales importantes pero ya no con la fuerza de una sociedad mayor, si no como un pasado que se fue escapando de la memoria colectiva, dejando solo algunos elementos básicos.

Es un pueblo evidentemente pagano y politeísta, la víbora sicurí, serpiente de agua muy conocida, fue la divinidad principal de sus antepasados, por lo que hasta hoy los yaminahua no matan a ese animal, salvo si hay peligro de muerte para personas caso en el que antes de sacrificar al ofidio hacen todo posible por alejarlo sin lastimarlo.

La escasa población esta marcadamente dividida entre evangélicos y no evangélicos creyentes y no creyentes. Las rivalidades emergen porque los evangelizados acusan a los otros de borrachos y sacrilegios. Y estos los tildan de aprovechadores.

La magia, el curanderismo están fuertemente reforzados en su imaginario popular, por el consumo de la ayahuasca, un alucinógeno poderoso que usan en sesiones de curaciones y concentración espiritual comunitaria, donde según creen escuchar los concejos y predicciones de los espíritus de la selva y sus antepasados.

Sus actividades económicas principales son la caza, pesca, recolección de frutas silvestres que fundamentalmente en su alimentación como; el arroz, yuca, maíz, plátano y artesanías.

DATOS.

REGIÓN.
Amazónica.

DEPARTAMENTO.
Pando.

PROVINCIA:
Nicolás Suárez.

MUNICIPIO.
Bolpebra.

COMUNIDAD.
Puerto Yaminahua.

IDIOMA.
Pano.

ACTIVIDADES PRINCIPALES.
Caza, pesca y recolección.

PRODUCTO.
Carne de monte, pescado y castaña.

VÍAS DE ACCESO.
Terrestre: solo por la carretera Assís-Brasilea, de Brasil se puede acceder
Fluvial: el acceso por el río Acre en tiempos de lluvia, desde Cobija.

HABITANTES.
39.

Texto y foto
Richard Ilimuri