martes, 13 de septiembre de 2016

El glaciar Tuni Condoriri, desaparecerá del año 245

Este hermoso glaciar, una de las fuentes
 importantes de abastecimiento de agua
 para las ciudades de La Paz y El Alto,
ha empezado a desaparecer desde hace
 20 años aproximadamente, como
 consecuencia del cambio climático,
EL Tuni Condoriri, es un glaciar boliviano, situado a más de 60 Km, de la ciudad de La Paz, lleva su nombre porque a la distancia se asemeja a un cóndor empezando su vuelo, con las alas desplegadas.


Su cumbre más alta alcanza a 5.800m. y contiene en su interior treinta picos, de los cuales quince son los más importantes y diez se destacan por su belleza y popularidad.

Este hermoso glaciar, una de las fuentes importantes de abastecimiento de agua para las ciudades de La Paz y El Alto de La Paz, ha empezado a desaparecer desde hace 20 años aproximadamente, como consecuencia del cambio climático, una situación que profundiza la creciente amenaza de desabastecimiento del líquido elemento para importantes sectores de aquellas ciudades.

El Tuni Condoriri, es parte de la Cordillera Real de los Andes, y se presenta como una montaña pintada de blanco en medio de varias montañas que se engalanan también de brillante color, rodeados de lagunas en las que se aprecian importantes ejemplares propios de la fauna altiplánica.
El Tuni Condoriri, es parte de la
 Cordillera Real de los Andes

Su espectacular presencia, ha invitado a miles de escaladores, principalmente extranjeros a realizar la proeza de llegar a su cima, venciendo el viaje por carretera y a través de un angosto sendero por casi cuatro horas de caminata, para empezar recién el ascenso.

Se estima que en los últimos 20 años los nevados del Tuni Condoriri ha retrocedido hasta 600 metros de longitud, perdiendo hasta más de 30 metros de altitud

Los expertos calculan que el glaciar del Tuni desaparecerá en 2025 y el del Condoriri en 2045. Estimados que podrían quedar disminuidos, frente a una realidad acelerada, que ha llamado a que organismos internacionales eleven su voz de alerta pues consideran que los niveles de deshielo fueron subestimadas.

Sólo una acción coordinada entre todas las personas podrán evitar que el calentamiento global siga generando problemas cada vez más agudos a la población mundial


Texto y foto: A. Ursula Goyzueta - Richard Ilimuri - Internet

lunes, 12 de septiembre de 2016

ESCALAVAS SEXUALES, Las mujeres consuelo de la Segunda Guerra Mundial

Ellas no aparecen en los libros de historia, pero existen. Son las mujeres consuelo, las esclavas sexuales de la Segunda Guerra Mundial. Pero solo es un terrible eufemismo que esconde uno de los mayores dramas de la Segunda Guerra Mundial.

China ha publicado documentos confidenciales que prueban la existencia de "esclavas sexuales" que sirvieron a los soldados nipones durante la Segunda Guerra Mundial.

Eran jóvenes de distintos países de Asia y habiéndose sido engañadas con falsas promesas laborales, para ser convertidas en esclavas sexuales y satisfacer a los soldados japoneses.
Se estima que hubo más de 200.000 mujeres que durante años fueron violadas por decenas de hombres cada día en los que llamaban “estaciones de consuelo”. Burdeles gestionados por el ejecito japonés.

El 2015 Japón les pidió perdón y les ofreció una compensación económica, pero ni el dinero ni las disculpas pueden llegar a curar las heridas que quedaron cuando te amputan la dignidad

"Cuando las balas caen como gotas de lluvia o ráfagas de viento, los soldados corren el riesgo de perder sus vidas", dijo el joven alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, citado por los medios locales. Para que "puedan relajarse en tales circunstancias, el sistema de las 'mujeres de confort' es necesario”, añadió el también cofundador del nacionalista Partido de la Restauración de Japón.
El hecho de que esas mujeres llegaran a ser auténticas esclavas sexuales "contra su voluntad", fue "consecuencia de la tragedia de la guerra", concluyó Hashimoto.

Se calcula que hasta 200.000 mujeres de países ocupados por Japón entre 1910 y 1945 fueron forzadas durante aquellos años en burdeles militares, llamados eufemísticamente 'casas de confort'.
La gran mayoría de aquellas mujeres, muchas de ellas menores de 20 años, procedía de Corea, aunque también las había provenientes de China, Filipinas, Tailandia, Vietnam y Malasia.

Además, Hashimoto añadió que "la responsabilidad de la guerra también recae en Japón.

De hecho en 1993 las autoridades de Japón emitieron la llamada 'declaración Kono', que fue el primer reconocimiento oficial de que el Ejército y otras autoridades niponas obligaron a mujeres y niñas a prostituirse para las Fuerzas Armadas Imperiales y el primero en pedir perdón a las víctimas.

Las palabras de Toru Hashimoto han vuelto a despertar la polémica en la sociedad japonesa después de una serie de declaraciones escandalosas del joven político. Así, hace un año Hashimoto anunció que Japón necesita una dictadura.

Texto y foto: Richard Ilimuri

domingo, 11 de septiembre de 2016

El Burkini musulman

El burkini es un traje de baño especialmente
diseñado para mujeres musulmanas que
 solo deja al descubierto la cara, las manos y los pies.
El burkini es un traje de baño especialmente diseñado para mujeres musulmanas que solo deja al descubierto la cara, las manos y los pies. Salió al mercado por primera vez en Australia en 2003, donde fue todo un éxito; en un mes se vendieron 9.000 unidades a un precio de unos 100 €. Fue creación de Aheda Zanetti, una diseñadora australiana de origen libanés. El nombre es un acrónimo de burka y bikini.

Europa se debate agitadamente sobre la conveniencia de prohibir que las mujeres musulmanas usen, en playas y piletas del Viejo Continente el llamado burkini, un traje de baño compuesto por un pantalón y una camiseta de mangas largas con capucha, que cubre el cuerpo, con excepción de la cara, las manos y los pies, como vemos en la foto.
En 1957, por cuestiones
 de decoro, se prohibía en Italia
 el uso del bikini y Cruzkini.

Dicho atuendo es popular entre las mujeres que practican el Islam y que viven en Europa, con la libertad de transitar como lo desean, siguiendo únicamente las bases del respeto por los demás y sin caer en ningún tipo de discriminación.

En el propio mundo islámico, curiosamente, hay países en los que brigadas especiales de policía religiosa o moral vigilan la forma en que se visten las mujeres y castigan a quien no se ajuste al riguroso código de vestimenta imperante. En algunos hoteles, incluso, hay carteles que recuerdan a las extranjeras que deben indefectiblemente ajustar su forma de vestir a las pautas locales.

En 1957, por cuestiones de decoro, se prohibía en Italia el uso del bikini. Recientemente, en Francia, autoridades de Cannes prohibieron el uso del burkini, medida que fue luego levantada por el Consejo de Estado, pero que continúa vigente en otros municipios. Una de las razones principales que habían llevado a Cannes a tomar esa determinación se asociaba a la seguridad, tras la serie de ataques terroristas que ha padecido últimamente Francia y que fueron reivindicados por el temido grupo jihadista ISIS.


Se ensayaron otras explicaciones como la defensa de los valores locales o cuestiones de higiene, pero lo cierto es que esas cuestiones poco parecían pesar antes de que se produjeran los últimos ataques sangrientos contra la población civil francesa, entre otros países que también se enfrentan a este tipo de terrorismo.

Hubo quienes justificaban aquella prohibición en la posibilidad de que esos atuendos permitieran esconder armas o explosivos destinados a seguir sembrando la muerte y el pánico.

En Francia, así como también en el resto de Europa, la opinión se encuentra dividida. Mientras el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, se opone a la prohibición del burkini, el primer ministro, Manuel Valls, se mostró a favor del veto a la prenda que usan las mujeres musulmanas. En palabras de Cazeneuve, una ley contra el uso del burkini sería "inconstitucional e ineficaz" y crearía "antagonismos y tensiones irreparables".

Entre la treintena de localidades costeras que mantienen la prohibición figura Niza, escenario de uno de los últimos atentados terroristas, que provocó la muerte de 84 personas y más de medio centenar de heridos.

Es ahora la propia Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU la que acertadamente pide que se revoque ese veto, desde una mirada abierta y universal que se contrapone a cualquier nacionalismo reaccionario. Aduce, con razón, que la medida atenta contra las libertades individuales.
La historia está llena de experiencias en las que los inmigrantes se esforzaron por integrarse a nuevas sociedades y tuvieron éxito. Nuestro país, crisol de razas, es un buen ejemplo de ello. Muchos musulmanes que llegan como inmigrantes a Europa occidental exigen poder vestirse según sus propias pautas religiosas. Cabe preguntarse si la población local tiene derecho a exigirles que respeten la identidad nacional, obligándolos a optar.

Es posible que no haya respuestas definitivas a esos interrogantes, pero es esencial que siempre se actúe desde el respeto hacia el prójimo, así como desde una lógica de pluralismo y tolerancia. Pueden entenderse el temor y el dolor nacidos de los ataques terroristas, pero medidas como las mencionadas no contribuyen a la seguridad y aumentan la desconfianza, la polarización y la tensión que se busca reducir.

La xenofobia, la discriminación, la intransigencia y el fanatismo jamás han sido buenos consejeros. Lejos de imponerse, la libertad se conquista. Aunque cualquier instrumento de opresión debe ser siempre rechazado, son las propias mujeres, como bien ha sostenido días atrás Alicia Dujovne Ortíz en un artículo publicado en la nacion, las que han de despejar el camino que sociedades de extremo corte patriarcal pretendan cerrarles.

El mejor ejemplo que debería poder darles Occidente es el del respeto a la diferencia en libertad, sobreponiéndose a los miedos y defendiendo la paz, sin alterar las costumbres que violentos y extremistas provocadores buscan mutilar.

Texto y foto: Internet-Richard Ilimuri