PRIMER CONCURSO
DE ENSAYOS Y PROPUESTAS SOBRE Bolivia
urbana, la región metropolitana andina y el cambio climático:
Cerca del 64% de la población
boliviana vive en ciudades y de esta el 72% está concentrada en tres áreas
metropolitanas como son La Paz – El Alto (1,8 millones de hab.); Santa Cruz
(1,4 millones de hab.); Cochabamba (700 mil hab.) y en otras 20 ciudades intermedias
de más de 20.000 hab. que albergan al 30% de los habitantes urbanos de Bolivia.
Para el 2025, 7 de cada 10 bolivianos viviremos en ciudades, lo que anticipa
una tendencia clara a la urbanización.
El cambio climático afecta,
especialmente, a las poblaciones pobres de las ciudades, quienes sufren los
efectos de la inseguridad alimentaria, la falta de disponibilidad de agua, las
sequías, la desertificación y el deterioro del suelo. Las urbes corren riesgos
de serios conflictos, por su dependencia de una amplia región rural productiva
y de recursos hídricos lo que provocará graves repercusiones sociales y el
deterioro de la economía.
Los problemas se agudizan
debido a que, en muchos casos, la población ha ocupado áreas no aptas para
urbanizar, dispone de manera inadecuada los residuos sólidos, mal manejo de las
alcantarillas, construye precariamente sus viviendas, ausencia de planes de
ordenamiento urbano y territorial y falta de voluntad política para diseñar y
ejecutar medidas de prevención de riesgos.
Las ciudades de La Paz y El
Alto junto con otras seis ciudades menores como Viacha, Achocalla, Laja,
Pucarani, Mecapaca y Palca y su entorno rural, conforman la región
metropolitana más poblada del país.
Su clima es típico andino,
seco y frío en invierno con nevadas ocasionales y en verano fresco debido a las
precipitaciones. Hay algunos cambios en el patrón meteorológico, especialmente
producidos por los fenómenos del Niño y la Niña, que se observan en la
metrópoli desde hace algunos años atrás como por ejemplo: vientos extremos,
precipitaciones superiores a lo normal y aumento de temperatura como
consecuencias del cambio climático.
Los asentamientos en la región
metropolitana andina están sujetos a una variedad de riesgos agravados por los
efectos del cambio climático y que principalmente vulneran:
A) Nuestra provisión de agua: Las
ciudades de La Paz y El Alto nos proveemos de agua potable a través de tres
sistemas: El Alto, Achachicala y Pampahasi, cuyas fuentes reciben aportes
principalmente de precipitación (65%) y de deshielos de glaciares (35%) que son
almacenados en distintos embalses y conducidos a las plantas potabilizadoras de
cada sistema para su posterior suministro a los habitantes. De los tres
sistemas, el de El Alto es el que se encuentra mayormente influenciado por
efectos de la retracción glaciar. Los deshielos de los glaciares Tuni y
Condoriri, tendrían implicaciones sociales y económicas muy importantes, ya que
están directamente relacionados con las fuentes de aporte de agua que se suministran
a la ciudad de El Alto y las laderas del norte de La Paz. De continuar las
condiciones actuales de deshielo, el glaciar Condoriri desaparecerá hasta el
año 2045, mientras que el Tuni no existirá posterior al año 2025, con lo cual
el sistema de dotación de agua potable de El Alto recibiría un 35% menos de
recursos hídricos, obligando al racionamiento en la distribución del vital
elemento.
Adicionalmente, la situación
actual de oferta y demanda de recursos hídricos ya tiene problemas
especialmente en El Alto por escasez y racionamiento de agua. Este fenómeno se
ve agudizado por la ampliación de la demanda de agua potable debido al aumento
de la población que supera el millón de habitantes desde el año 2011.
Además la disminución de agua,
ocasionará otra serie de problemas como: en la generación de energía eléctrica
que se produce en el valle de Zongo para La Paz y El Alto, dificultades en las
industrias y mypes, en las escuelas, infraestructura hospitalaria, en parques,
plazas, zonas de forestación y consumo doméstico.
B) Nuestros asentamientos
humanos: El cambio climático ya está provocando mayores
desastres en la metrópoli como ser, deslizamientos, sifonamientos, mazamorras e
inundaciones especialmente en la ciudad de La Paz, los deslizamientos se dan en
terrenos que no son aptos para la construcción sin embargo en ellos ya se han
asentado, de manera espontánea familias pobres que año tras año pierden sus
pertenencias y hasta la vida, las inundaciones afectan a la zona sur de la
ciudad y especialmente a las áreas periurbanas de producción agropecuaria,
dañando cultivos y viviendas de los campesinos.
En El Alto los problemas son
de inundaciones por falta de alcantarillado pluvial, ya que el agua que se
acumula, daña las estructuras de las viviendas como también por la acción de
los ríos que afectan a viviendas y barrios construidos en sus riberas.
Las sequías, heladas,
granizadas, serán más frecuentes y traerán problemas en la producción agrícola
y en el abastecimiento de productos en los mercados; las viviendas,
especialmente precarias y autoconstruidas se ven afectadas por vientos
huracanados y tornados.
Los desastres climáticos,
socio naturales y antrópicos dejan secuelas de las cuales es muy difícil
recuperarse, las viviendas destruidas, por lo general, no son reconstruidas
dejando a los damnificados vivir, de manera inhumana, en carpas o viviendas de
madera durante mucho tiempo. La reconstrucción de vías, infraestructura urbana
y equipamientos de las zonas afectadas implica una ingente movilización de recursos
financieros que afecta al presupuesto del gobierno local que generalmente no
cuentan con recursos para atender la reconstrucción. A ello se suma que los
gobiernos locales, departamentales y nacional – con raras excepciones – no han
incorporado en sus políticas, planes de ordenamiento territorial, de desarrollo
departamental y programas y proyectos municipales, la prevención del riesgo ,
mitigación y adaptación ante los efectos del cambio climático. Tampoco existe
demanda y presión de las organizaciones sociales urbanas para tratar estos
problemas ya que no los integran en sus demandas y propuestas.
En ese contexto, Red Hábitat
como asociación privada sin fines de lucro que trabaja en el campo del hábitat
popular y vivienda desde 1993 concentrando parte importante de sus esfuerzos en
el desarrollo de capacidades de las organizaciones sociales y población en
general para posibilitar su participación real mediante el ejercicio de los
derechos ciudadanos, en el marco derecho a la ciudad y la vivienda, convoca al:
PRIMER CONCURSO
DE ENSAYOS Y PROPUESTAS SOBRE LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO.
texto: FORO PERMANENTE DE LA VIVIENDA
foto:
Richard Ilimuri