La foto es del 2010 con Maria en primer plano. |
La crisis en Bolivia, los sueldo bajos y el encierro por 12 horas en su trabajo, la obligó a emigrar el 1 de febrero del 2007 a María Ch. Con las maletas llenas de esperanza, en busca de un trabajo, dejando a sus hijos al cuidado de sus padres; se lanzó a lo desconocido cuando el éxodo de compatriotas se daba en grande y Europa prohibió el ingreso de inmigrantes.
“estuve de suerte vi a muchas personas detenidas por la policía española –para luego ser devueltas a sus países de origen” Maria llego antes de la media noche del día viernes 2 de febrero y se la ingenio para no ser deportada. “Pues tengo 2 hijos, hermanos y mis padres –tengo que mantenerlos.
Pero es una experiencia muy dura – aquí se sufre mucho no sabes con que te encontraras en el camino” dice esta boliviana. Que consiguió trabajo al mes de su llegada a Barcelona (España) “aquí trabajo cama adentro –estoy al cuidado de Yaya” una anciana octogenaria, que le permitió vivir en su casa con un salario de 800 euros al mes, “aquí trabajo 4 años –hasta los sábados, él domingo tengo libre medio día –el trabajo es agobiante” –y reconoce que aun así esta “cómoda” porque hay compatriotas que solo trabajan por horas y es mas difícil por que viven hacinados en “pisos” (pequeños cuartos que alquilan). Cuenta también que lo mas difícil que le toco vivir a ella en carne propia cuando enfermo de una neumonía. “Casi me muero” dice.
Todo por comprar una casa propia en La Paz (Bolivia) y su familia viva bien. “Aunque últimamente salgo sábado –voy a restaurantes bolivianos donde se concentran compatriotas nuestros de La Paz, Cochabamba, y Santa Cruz algunos son muy egoístas –regreso el domingo por las tardes”. Sorprende con una pregunta ¿“como están en Bolivia, dice que hay filas hasta para comprar un pan”?.(…)
Recordemos que España es un destino de los inmigrantes, después de argentina, Brasil y estados unidos, pero ocupa el primer puesto en envíos de dineros de bolivianos desde el exterior. Que en el 2005 los sueldos de los migrantes eran de 1.300 a 1.6000 dólares, pero estos montos rebajaron por el efecto de la situación financiera mundial. Y sin protección social con jornadas mayores a las ocho horas, ni beneficios sociales. Sus jornadas de 24 horas continúas al cuidado de “Yaya” sin dejarle un respiro para el descanso. Según su testimonio.
“Mi meta es volver a La Paz –volver al país cuanto antes y estoy muy ilusionada de poner una tienda(…) (con lo que ahorré)y criar a mis hijos”. Se despide con un hasta luego por que dice que volverá este año.
texto y foto Richard ilimuri
Felicidades Maria por el dia internacional de la mujer
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