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domingo, 1 de septiembre de 2013

Curando los males del TIPNIS

Comparte su trabajo con los médicos indígenas tradicionales del TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure). “Yo soy el enfermero del TIPNIS”, nos dice en plena Cumbre cuando nos contactamos por primera vez, un poco más arriba de Pongo, donde pernoctó un día antes la columna de marchistas que se dirigía a la ciudad de La Paz. Él vino curando las heridas de los caminantes, en la avanzada de la octava marcha indígena que llegó a la sede del Gobierno. Su nombre es Germán Linares Roca.

Su jurisdicción está compuesta por siete comunidades: Nueva Vida, Loma Alta, San Pablo, Santa Clara, Carterí, Trinidadcito y Patrocinio (municipio de Moxos). “¿En qué comunidad indígena trabaja?”, le preguntamos, y contesta con recelo: “Mi puesto de salud está en Trinidadcito, que cuenta con 54 familias, y desde ahí tengo que desplazarme a las demás localidades para hacer mi trabajo de enfermería”.
Luego de un momento, se suelta ante la grabadora y la cámara de MIRADAS. Sin medios de transporte, Linares se vio en la necesidad de usar su bicicleta con la finalidad de cumplir su trabajo de la mejor forma posible y llegar a tiempo a las comunidades donde atiende a menores de cinco años. “Tengo que ir caminando porque solamente tengo una bicicleta deteriorada (por los años de uso) y la comunidad más cercana está a (una) hora y media en bicicleta; a dos horas más está otra comunidad (Todo Santos), donde hay como cinco familias, y después (están) Carterí y Patrocinio (a las que se puede acceder por tierra)”, asegura.       
Si bien caminar no es tan difícil para él, hay lugares donde tiene que usar otro tipo de transporte, en especial en comunidades adonde sólo llegan balsas, canoas y botes con motor fuera de borda. Y ello bajo la amenaza de un caudal grande en tiempos de lluvia. “Tengo que ir en canoa a Santa Clara, San Pablo, Loma Alta y Nueva Vida (…)”, comenta. Mientras los ojos de este enfermero apasionado del TIPNIS se llenan de lágrimas, al recordar la travesía que le tocó hacer para cumplir su trabajo, ayudando a los comunarios, pide disculpas por no contener su emoción. Se le ve algo cansado, quizá agitado, y no es para menos, estamos sentados a 4.670 de altura, en plena Cumbre.

LOS MALES DEL TIPNIS. ¿Pero de qué se enferman los habitantes del TIPNIS? “De enfermedades de la selva y de resfríos. Lo que se ve más frecuentemente son las IRA (infecciones respiratorias agudas) y EDA(enfermedades diarreicas agudas). Éstas son las más frecuentes en esta gente. Después hay otras no frecuentes”. ¿Leishmaniasis?, ¿malaria?, ¿fiebre amarilla? “Existe muy poco, gracias a Dios. Creo que hay (en otros lugares). Esperemos que no lleguen (al TIPNIS)”.
A Linares le preocupan los escasos recursos que llegan del SUMI (Seguro Universal Materno Infantil). Las poblaciones son de difícil acceso. Se tarda casi 30 horas en llegar en canoa con motor fuera de borda (y24 horas en regresar). ¿Cómo haces con los gastos de transporte? “Yo tengo que gastar de mi sueldo para trasladarme de un punto a otro, y cada tres meses presento un informe para hacer las gestiones de medicamentos y llevarlos a las comunidades”.
¿Recibes ayuda del Estado? “No tengo ayuda, solamente el SUMI. Son medicamentos para menores de cinco años. No hay otros medicamentos(para enfermos adultos)”.
¿Cuál fue la enfermedad más complicada que atendió?  “Las neumonías (…) hacen que se traslade (a niños) a Trinidad. La inexperiencia con los medicamentos de parte de los padres  indígenas hace más complicado (el trabajo). A veces ya no quiero volver al lugar (…)”, dice Linares. Tose con frecuencia y tiene complicaciones con la altura, incluso para responder.
Germán recuerda que en una oportunidad dejó todos los medicamentos para su tratamiento a los padres de un niño enfermo de resfrío, pero cuando volvió después de dos días para la evaluación, los fármacos estaban intactos y el chico tenía neumonía. Ayudó con la contratación de un bote para el traslado del enfermo hasta un hospital de Trinidad.

El enfermero también ayuda en cuestión de partos, aunque las mujeres prefieren una partera del lugar, ya que tiene más confianza en ella. Él, muchas veces, sólo tiene que colaborar con la mirada. Según su relato, fue testigo de curaciones con plantas medicinales del lugar, además de la implementación del trabajo con “médicos que conocen la medicina tradicional, que en muchos casos tiene más aceptación”.
Sólo recibe la ayuda de algunos comunarios que lo acompañan en las largas caminatas, que se tornan peligrosas porque el tigre y las víboras acechan a cada paso en las sendas, sobre todo “por las noches”, añade.
Para finalizar, pide la atención de las autoridades, especialmente las de salud, para los puestos de atención muy lejanos, dotándoles de medios de transporte (bote y motor, bicicletas nuevas, motocicletas) y medicamentos. Por la distancia, se triplica el esfuerzo y el trabajo, según este enfermero que vive y comparte las enfermedades de los indígenas en el lugar más olvidado de la selva boliviana: el TIPNIS.


Texto y foto: MIRADAS




lunes, 24 de octubre de 2011

German Linares Roca, enfermero de TIPNIS

Germán Linares Roca
Este enfermero, comparte su trabajo con los médicos indígenas tradicionales del TIPNIS (Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure) “Yo soy el enfermero del TIPNIS” nos dice en plena cumbre, cuando nos contactamos por primera vez, un poco mas arriba de Pongo donde pernoctaron un día antes la marcha indígena  que se dirigía a la ciudad de La Paz. 

Su nombre Germán Linares Roca, él vino acompañando y curando heridas a los marchista en la avanzada de la 8va marcha Indígena que llego a La Paz. Su jurisdicción esta compuesto por siete comunidades, Nueva Vida, Loma Alta, San Pablo, Santa Clara, Carterí, Trinidadcito y Patrocinio (municipio de Moxos) y contesta la pregunta con recelo ¿En que comunidad indígena trabaja?  “Mi puesto de salud esta ubicado en Trinidadcito, cuenta con 54 familias y desde ahí tengo que desplazarme a las demás, para hacer mi trabajo ―el trabajo de enfermería”. 

Luego de un momento se suelta ante la grabadora y la pequeña cámara.  
Sin medios de transporte Linares se vio en la necesidad usar una bicicleta, con la finalidad de cumplir su trabajo de la mejor forma posible y llegar a tiempo las comunidades donde atiende a niños menores de 5 cinco años. “Tengo que ir caminando por que, solamente tengo una bicicleta deteriorada (por los años de uso) y la comunidad mas cercana, esta (1 una) hora y media en bicicleta, unas dos horas mas, esta otra comunidad (todo santos) donde hay como cinco familias, después (esta) Carterí, Patrocinio, (se puede acceder por tierra).

La marcha indígena del TIPNIS 
Si bien caminar, no es tan difícil para él, hay otras donde tiene que usar otro tipo de transporte, ya que hay comunidades donde solo llegan balsas, canoas y botes con motor fuera de borda, bajo la amenaza de un caudal grande en tiempos de lluvia “En canoa tengo que ir, Santa Clara, San Pablo, Loma Alta y Nueva Vida (…)” según su relato. Mientras se llena de lágrimas los ojos a este enfermero apasionado del TIPNIS, al recordar la travesía que le toco hacer solo su trabajo, ayudando a los comunarios. Mientras pide disculpas por la impotencia, seca sus lágrimas y suena su nariz.

Dice: que los males más frecuentes que enferman a los habitantes del TIPNIS son enfermedades de la selva y los resfríos. “Lo que se ve mas frecuente es IRA (Infecciones Respiratorias Agudas) y EDA (Enfermedades Diarreicas Agudas), es lo mas frecuentes en esta gente después hay otras ―pero no frecuentes, la Leishmaniosis, malaria, fiebre amarilla, ―Existe muy poco, gracias a Dios no (se dieron casos en estos últimos años) en otros sectores, creo que hay ―esperemos que no llegue (al TIPNIS).
Además  a Linares, le preocupa los recursos muy escasos que llegan del SUMI (Seguro Universal Materno Infantil) y las distancias son de difícil acceso, se tarda entre 30 horas en canoa con motor fuera de borda, (y 24 horas de regreso) ¿Cómo haces con los gastos de transporte?  ―Yo tengo que gastar de mi sueldo para trasladarme de un punto a otro, y cada tres meses presento un informe para hacer las gestiones de medicamentos, para llevar a las comunidades (los gastos) sale del bolsillo de uno. 

¿Recibes ayuda, del estado?  ― ¡¿No?! Tengo ayuda, solamente el SUMI (Seguro Universal Materno Infantil) me da medicamentos para menores de cinco años para abajo.  ―No hay otros medicamentos (para enfermos mayores) solamente el SUMI.
¿Cuál ha sido la enfermedad mas complicada que atendió?  ―Las neumonías hacen que se traslade (a los niños) a Trinidad. La inexperiencia con los medicamentos, departe de los padres  indígenas, hace más complicado (el trabajo)  ―A veces uno ya no quiere volver al lugar (…), dice: este enfermero, tose y tiene complicaciones con la altura además para responder. Mientras a su lado un niño marchista tose constantemente.


Este enfermero todo terreno como le llamamos, recuerda que en una oportunidad, dejo a los padres un niño enfermo de resfrío, todos los medicamentos para su tratamiento, volvió después de dos días para la evaluación, el medicamento seguía intacto y el niño empeoro, pasando a neumonía. Ayudo con la contratación de un bote, para su traslado hasta un hospital de Trinidad.

También ayuda en cuestión de partos, pero las mujeres prefieren una partera del lugar ya que tiene más confianza en una matrona (partera). El solo tiene que colaborar muchas veces con la mirada. Según su relato.
También fue testigo de curaciones con plantas medicinales, del lugar y además se implemento trabajar con “médicos” que conocen la medicina tradicional. Que en muchos casos tiene más aceptación. Y solo tiene ayuda de los comunarios que los acompañan en las largas caminatas que se transforman en peligrosos donde el tigre acecha y las víboras venenosas atraviesan las sendas en que Germán Linares muchas veces tiene que hacerlo solo inclusive en las noches.

También pide la atención de las autoridades, en los puestos de atención muy lejanos, dotándoles de medios de transporte que se usan en el lugar (bote y motor, bicicletas nuevas, motocicleta además de medicamentos). Por la distancia se convierte en triple el esfuerzo según éste enfermero, que vive en el lugar y comparte de cerca las enfermedades de la selva, en el lugar mas olvidado.  El TIPNIS.

Texto y foto: Richard Ilimuri